miércoles, 19 de agosto de 2009

La compulsión


Cuando la vida comienza uno no sabe caminar, ni siquiera ponerse de pie. Un día uno se para pero aún no hay senderos, de sus pies parten infinitos caminos que van en todas las direcciones posibles. Uno empieza a caminar y ya -sin saberlo- empieza a elegir algunos caminos.

Ahora bien, seamos buenos y démosle al pibe una bicicleta. Cada día se sube a su bici y empieza a pedalear. Días despues, ya recorrió algunos caminos varias veces, otros sólo una vez y algunos no los recorrió nunca.

El piso es de tierra húmeda, y cada vez que la bici los recorre ahonda la huella. De a poco el camino empieza a tener memoria e influencia: las ruedas calzan en la huella y tienden a seguirla. Para salir de la huella hace falta un esfuerzo, y basta tocar uno de sus bordes para que la huella nos vuelva a encausar en el mismo camino. El pibe ya creció y cree que sigue eligiendo su camino, pero la huella actúa como un imán y se va transformando en una carcel invisible.

Me estoy refiriendo a las conductas compulsivas, a las respuestas automáticas.

En términos de información, esas conductas y reacciones automáticas son sumamente pobres. Decimos que son pobres porque aportan muy poca información sobre el sujeto y sobre la situación: si alguien reacciona compulsivamente mediante el enojo, su enojo nos dice muy poco. Uno puede convivir años con alguien asi sin conocerlo realmente, porque su conducta es pobre en información. Uno llega a conocer a alguien cuando sabe de antemano cómo reaccionará; y a partir de ahi ya no nos sorprende. Estos mecanismos nos empobrecen y nos quitan adaptabilidad.

La compulsión es una respuesta automática cuyo estímulo es interno en vez de externo, y es igual de pobre.

Algunas veces las huellas que determinan nuestra conducta son más felices que otras. A veces nos resultan muy útiles en algunos períodos de nuestra vida, pero la dificultad para crear nuevas reacciones a la larga termina por perjudicarnos: la adaptabilidad es la clave de la vida, tanto de las especies como de los individuos.

He dicho!

2 comentarios:

  1. Leo tanta inteligencia en tus escritos que me siento estafada de no poseerlos.
    Vale, he aquí una chica con conducta pobre :( hhahaha

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  2. Night, si pensás que tu conducta es pobre ni te cuento la mía, pero igual es lindo teorizar
    Besos

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