jueves, 27 de enero de 2011

Te explico, papá...

Supongamos que uno va en un barco. El barco naufraga y uno es el único sobreviviente. El mar lo arroja a una isla desierta. Para completar el cuadro, digamos que cuando despierta no recuerda NADA de su vida anterior.

En un determinado momento, el tipo se pregunta: ¿Seré el único ser humano?

Hasta acá la historia y desde acá la especulación:

Más allá de nuestro gusto, o más bien nuestro anhelo por lo único y lo extraño; lo cierto es que no hay casi nada en el mundo que sea único. No hay un único rinoceronte, ni una única montaña, ni un único incendio.
Esto se aplica incluso a cosas que escasean y son difíciles de encontrar. Por ejemplo, yo nunca vi un rayo partir un árbol y nunca vi un calamar gigante, sin embargo estas cosas tampoco son únicas. 

Si uno observa un fenómeno, por más extraño que le resulte, hay una casi certeza de que ese fenómeno no es único.

Volviendo a nuestro náufrago, daría lo mismo que se preguntara si el árbol que hay en la isla es único, si el manantial es único, si la palmera es única, o si lo son el sol, la luna o una tempestad. En todos los casos, la respuesta sería la misma. (o sea NO, a ver si nos ponemos las pilas!)

Si usted llegó hasta acá, lo felicito, y como premio le redondeo la idea: estadísticamente podemos decir casi (pero casi casi casi casi) con certeza que nada de lo que vimos, vemos o veremos es único. Esto incluye la raza humana, los ojos de Bette Davis y las tetas de la Cucinotta.


Por si no se dieron cuenta, acabo de contestar la vieja pregunta de si estamos solos en el universo. 
Y gratis.
¿Qué más querés papá? ¿Que te lave el auto?

martes, 25 de enero de 2011

No dejes para mañana...

El tipo está desahuciado.

Viaja en su automóvil hacia el Hospital en el cual se internará, para morir mañana.

Un accidente trunca el viaje.

El tipo muere.

Los diarios escriben "Inesperado final" y "Tragedia en  la autopista".

También escriben "Boca se impuso a River por 2 a 1", "Vecinos cortan la Panamericana" y "Carlos Paz a full".

En el departamento del difunto, las plantas que él llamaba "suyas" no se darán por enteradas del cambio de la mano que las riega.

lunes, 24 de enero de 2011

Lucha desigual

El mundo entero conspira para tirarme de mi rama.

viernes, 21 de enero de 2011

Shakespeare puto!

Que un organismo unicelular se divida para multiplicarse es una tarea casi mágica, pero relativamente simple en términos biológicos. Se trata de un encadenamiento de reacciones químicas razonablemente complejas, pero que funcionan como "reflejo" a partir de determinadas condiciones. 

En el momento en que un cocodrilo pone sus huevos y los cubre, da por concluida su labor de madre. Eso no está bien ni mal, es así. Como todo en la naturaleza, no necesita de nuestra aprobación, y la prueba de su eficiencia se encuentra en la supervivencia de la especie durante millones de años, sorteando con éxito las sequías, los predadores y los fabricantes de carteras..
La información que necesita el cocodrilo para llevar a cabo esas tareas es relativamente escasa, y basta con codificarla en su "instinto".

Con la aparición de los mamíferos, la procreación se hizo bastante más compleja, al requerir que la madre amamante y cuide a la cría durante períodos que en algunas especies se prolongan por años. La información necesaria para determinar esos complicados patrones de conducta excede la limitada capacidad del instinto, y ahí la naturaleza inventó una estructura más compleja: los "sentimientos". Y la cagó!

Como una máquina fuera de control, los sentimientos han tomado el gobierno de nuestras vidas y campean, triunfantes, sobre la razón y el sentido común. Incapaces de controlarlos, hemos optado por alabarlos y someternos gustosos a su tiranía. Y así vamos, como brújulas enloquecidas, zigzageando por el mundo.

¿Qué no daría yo por una mujer que pusiera huevos (pero que igual tenga tetas, eh!), si a cambio de eso estuviera libre de esa locura que la hace impredecible y a la larga insoportable?



Mientras tanto, las bacterias y los cocodrilos viven felices en un mundo tan simple, que me hace llorar de envidia.


jueves, 20 de enero de 2011

Y si es tan simple, por qué no lo entiendo?

Orioll Vall, que se ocupa de los recién nacidos en un hospital de Barcelona, dice que el primer gesto humano es el abrazo. Después de salir al mundo, al principio de sus días, los bebés manotean, como buscando a alguien.

Otros médicos, que se ocupan de los ya vividos, dicen que los viejos, al fin de sus días, mueren queriendo alzar los brazos.

Y así es la cosa, por muchas vueltas que le demos al asunto, y por muchas palabras que le pongamos. A eso, así de simple, se reduce todo: entre dos aleteos, sin más explicación, transcurre el viaje.


Eduardo Galeano

martes, 18 de enero de 2011

Bailas?

Cuando era chico, el tipo corría.
Para no vulnerar una constante en su vida, no sabía muy bien por qué lo hacía. No soñaba con ser el mejor, sólo corría.
Un día su entrenador lo anotó para una carrera en una categoría superior a la suya. Es algo que suele hacerse.
En algunas carreras, los competidores largan desde cualquier punto de la línea de salida y se cierran en cuanto pueden sin respetar andariveles.
Lo cierto es que antes de dar el tercer paso, el pibe de la derecha le regaló un rotundo codazo en el estómago que le quitó el aire. Quedó como detenido, o más bien en cámara lenta, viendo como todos los demás lo pasaban. Doscientos metros más tarde ya estaba recuperado físicamente, pero ese codazo anónimo lo marcó para toda la vida.

Meses más tarde, en una carrera con obstáculos, otro chico lo pisó justo cuando saltaba el primer tronco; pero esta vez el tipo le fijó la vista en la nuca y lo siguió de cerca durante un kilómetro. En el último obstáculo,  esperó a que el villano estuviera en el aire y lo sacó de la pista de un empujón con total alevosía.


Muchas veces le cargamos a alguien nuevo la cuenta ajena de ofensas pasadas. Hay discusiones que se dan entre parejas que van cambiando de integrantes; así, la mina no se da cuenta que está discutiendo con su novio nuevo de temas que tenía con su novio viejo. El tipo discute con su actual mujer y le carga, sin saberlo, afrentas recibidas de otras mujeres; porque de alguna forma existe una continuidad que une a todas las mujeres que tuvo.

Algunas de estas viejas peleas son tan viejas como el mundo y sólo van cambiando de actores y de escenarios para seguir desarrollándose.

Así como en el cuento de Borges, dos puñales usan a dos amigos para continuar una disputa de años; viejas peleas a veces nos usan para seguir recreando una coreografía que se delineó mucho antes de que nosotros naciéramos.

Y nosotros, como buenos boludos, bailamos!

lunes, 17 de enero de 2011

Si quiere ser feliz, presione 1

Hace poco fui a cenar y me encontré con la siguiente escena: 

Mesa 1:  una pareja con un hijo de unos 12 años. El pibe estuvo toda la cena absorto jugando con su celular. 

Mesa 2: una madre y sus dos hijas mensajeaban cada una por su lado, y las pocas palabras que intercambiaron fueron dudas de la madre sobre cómo se manejaba su celular y breves respuestas de las hijas. 

Mesa 3: una pareja con un nene chiquito. La madre atendía al nene y el padre atendía su celular.


A veces la estupidez se reviste de un atractivo que la hace irresistible.

jueves, 13 de enero de 2011

Profumo di donna

Mi primera novia tenía un perfume en la piel que nunca pude definir, pero cuando me acercaba lo sentía cada vez y yo sabía que era único. Hoy no lo recuerdo, pero pienso que fue, tal vez, lo más rico que olí en mi vida.
Fue, creo yo, la única mujer naturalmente perfumada que conocí.

Un verano lo perdió para siempre, y yo no pude evitar sentirme traicionado y molesto, e inmediatamente comenzó a aburrirme.

Boludo como soy, nunca se lo comenté; y ahora me pregunto si sólo yo podía percibirlo. Ese perfume habrá desaparecido del mundo, o se habrá mudado de mujer? Habrá alguna otra que huela como olía ella? Por qué huela va con h y olía no?

En fin. 
Igual ahora vivo resfriado.

miércoles, 12 de enero de 2011

Wilson!!!

Muchas veces he jugado con la fantasía de encontrarme en una isla desierta, privado de todas las facilidades de esta fantástica ciudad. Otras veces he pensado en cómo sería la vida hace unos años, cuando no existían esas cosas que hoy nos parecen tan imprescindibles (y que como casi todo lo imprescindible no sirven para nada).

Pues bien, para despedir el año me encontré sin electricidad en casa durante tres días. Parece ser que, imprevisiblemente, la gente decidió no soportar pasivamente las altas temperaturas y encendió en masa sus acondicionadores de aire, razón por la cual mi freezer se transformó en una alacena.

Como nadie pudo prever que en esa época casi toda la gente compra regalos, cobra el aguinaldo, las vacaciones, prepara opíparas cenas e invierte en pirotecnia, se generó el imprevisible vaciamiento en masa de todos los cajeros automáticos de la ciudad. 

Imprevisiblemente también, el conflicto de los petroleros que había dejado el sur sin combustibles hacía algunas semanas llegó hasta los surtidores de la capital, lo que se tradujo primero en interminables colas para conseguir nafta y, acto seguido, en la imposibilidad de conseguirla.

Así despedí al glorioso 2009: sin luz, sin plata y sin nafta.

No te digo que este año va a ser bárbaro?

Pd. Ya no fantaseo más con ser Tom Hanks en Náufrago.

martes, 11 de enero de 2011

Queremos más democracia!

Como el ritmo democrático nos permite votar sólo una vez cada dos años, el pueblo, desesperado por ejercer sus derechos y hacer oir su voz soberana, dedica sus esfuerzos a votar para que se vaya la mala de Gran Hermano XVIII, para que el boxeador de Bailando por un Sueño XXXIV, que no hace más que decirle "culiau"a todo el mundo, le gane a la vedetonga de turno; o para opinar sobre cualquier otra cuestión que le permita practicar el sacrosanto deber ciudadano del sufragio.

Ojo, no es crítica: si uno no ejerce sus derechos es probable que los pierda; y quién vea en estas cuestiones una manifestación de la superficialidad de nuestros ciudadanos está equivocando el rumbo. 


miércoles, 5 de enero de 2011

Así se escribe un diario, Clarín!

Querido diario:
Hoy fue un día genial.
Me compraron muchas cosas.
Mi mamá y mi papá me llevaron de viaje.
Esto es todo lo que tengo para contar hoy.