jueves, 29 de abril de 2010

A nivel humano, tal vez no exista fuerza más grande que la negación.
Con total economía de recursos, nos hace a todos inmortales, hace pacifista al cobarde, bienamado al cornudo y transforma mágicamente un erial en un vergel.
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La naturaleza, que nos dio tantas aspiraciones, no podía negarnos una salida de emergencia para cuando todo lo demás falla.
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Proverbialmente, semejante medicina instantánea contra la frustración y el dolor parece gratis, pero en realidad es cara. Muy cara.
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Al igual que la mentira, te promete libertad, pero solo puede hacerte esclavo.

miércoles, 28 de abril de 2010

Muerte al árbol !!!

Imaginate que te subis a un mirador muy alto.
El cielo está claro y despejado.
La visibilidad es óptima.
Frente a vos se abre un paisaje tan colorido y variado como ninguno.
En esas condiciones podrías apreciar cada detalle, cada hoja de cada árbol, cada veta de cada piedra, la tonalidad de cada grano de arena.
Frente a vos se muestran infinitos detalles.
Hay bosque, llanura, montaña, nieve, playa, pueblos, caminos.
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Como estamos imaginando, imaginate que podes ver todo eso a la perfección y simultáneamente.
Tu cerebro no podría procesar toda esa información, entonces deberías concentrarte en una parte más pequeña.
Ahí probablemente verías que los detalles aún son demasiado numerosos.
Te concentras en una porción aún menor, y así hasta encontrar "tu" medida de información.
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Así pasa en la vida.
Todos tenemos el universo en frente, pero mientras vos mirás un árbol, yo miro una piedra y otro tipo mira un arroyo.
Lo que nos diferencia es lo que elegimos ver, y por supuesto, lo que elegimos no ver.
Así, yo podría contarte como es mi piedra y enterarme como es tu árbol...
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Pero pasado un tiempo, yo ya no puedo aceptar que vos veas un árbol donde yo veo una piedra; trataré de convencerte y tratarás de convencerme. Me haré fanático de la piedra y lucharé contra las hordas del árbol.
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O no.

lunes, 26 de abril de 2010

No es lo mismo tortilla que omelette de papa

Todos, en algún momento de nuestra vida, nos encontramos con la verdad cara a cara. No la intuimos ni la imaginamos: la vemos de golpe y entera.
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En ese único momento, la mayoría de nosotros ni siquiera soporta la idea y cierra los ojos o desvía la mirada. Sólo unos pocos tendrán el valor de sostenerle la mirada: cuando el rayo te pega te fríe en el acto.
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A veces pienso que casi toda nuestra vida es una construcción esmeradamente realizada con el único propósito de olvidar ese momento, el momento en que podríamos haber visto la vida de frente y desviamos la mirada.
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Todos somos valientes al menos una vez en la vida. También somos cobardes o ruines al menos una vez. Algunos tienen la suerte de ver aflorar su valentía en circunstancias de cierta grandeza, a otros se les manifiesta -para su desgracia- en momentos banales.
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viernes, 23 de abril de 2010

Yo creo

La humanidad siempre ha tenido las creencias más descabelladas.
Alguna vez se pensó que la materia (el aire, el agua) tendia a llenar los espacios vacíos porque le tenia horror al vacío (Horror Vacui).
Se aceptaba que los negros y los aborígenes americanos no tenian alma, y eso justificaba su esclavitud.
En el antiguo Egipto se pensaba que el sol salía cada mañana sólo porque el faraón se lo pedia mediante un riguroso ritual.
Durante años, cuando un tipo se enfermaba se lo sometía a permanentes sangrías para purgar el mal, lo cual mataba más gente que las enfermedades mismas.
Durante siglos se creyó en la combustión espontánea, se buscó el movimiento perpetuo y la piedra filosofal, que trastocaba el plomo en oro y purificaba el alma.
Se desarrolló una ciencia que pretendia estudiar a los hombres por su fisonomía, determinando por ejemplo, que un tipo tendria tendencias criminales sólo por tener orejas prominentes u ojos pequeños.
Se sostenía que el poder de los reyes emanaba del mismo Dios cuya doctrina sostenia que todos los hombres eran iguales.
Durante siglos se creyó que la mujer era intelectualmente inferior al hombre, relegándola a un lugar del que hasta hoy no termina de salir.
La lista seria interminable.
La única diferencia con las creencias actuales, es que nos son contemporáneas. Un par de siglos seguramente bastarán para poner en evidencia su ridiculez. Lo lamentable es que sin duda serán reemplazadas por otras igualmente descabelladas.
Al menos eso creo.

lunes, 19 de abril de 2010

The world is controlling you and me...

Una célula de mi sistema inmunológico acaba de nacer. En unos días empezará a especular sobre el libre albedrío y tal vez se cuestione su lugar en el mundo.

Pensará que el orden establecido es imperfecto, ensayará posibles soluciones a problemas inventados, y unos días más tarde conocerá al ente extraño que -anónimamente- es su razón de ser.

Inventará causas y ofensas para justificar sus sentimientos, declarará su odio, y se lanzará a la batalla; siempre pensando que obra en forma libre y meditada.

Las reacciones químicas que lo motiven le serán tan invisibles como los hilos que me gobiernan, y finalmente se alejará hacia el ocaso pensando que su paso por el mundo (su mundo) ha dejado una huella.

Tal vez me resfríe o tal vez no.

En cualquier caso: gracias.


martes, 13 de abril de 2010

Tiembla Poe!

El tipo se pasa la vida pensando que nadie lo escucha.
Si lo escucharan, si realmente lo escucharan, se enterarían de un par de verdades.
Gritar le parece de mal gusto. Total, ellos se lo pierden.
De tanto esperar el momento justo, se vuelve taciturno.
Un día, frente al espejo, sueña que le llega el momento.
Frente a tantos errores, frente a tanta ignorancia, al fin va a hablar.
Aclara la voz. Hace una pausa para concentrar la atención de su audiencia imaginaria... y arranca.
Comienza su monólogo, contestando a todas las mentiras que acumuló durante tantos años. La luz comienza a fluir sobre los temas más oscuros. Toma confianza y su prosa se vuelve por momentos un tanto pomposa. Poco a poco siente que va perdiendo claridad y trata de volver a un estilo más simple y directo. Pierde el hilo de su razonamiento y empieza a costarle hilvanar los temas. La claridad comienza a abandonarlo. Mientras discurre, detecta en su discurso un par de incoherencias menores. Empieza a aterrorizarse. La sospecha va creciendo y pronto siente que debería comenzar de nuevo. Su público, aunque imaginario, lo mira con atención. El horror. El público ha detectado sus falencias y el descrédito crece segundo a segundo. Silencio.
Sale del baño, callado como siempre, pero esta vez algo ha cambiado.
No tiene nada que decir. Y ahora lo sabe.

viernes, 9 de abril de 2010

Eureka!



El problema con el mundo es que empieza a cada rato.

jueves, 8 de abril de 2010

d e r r a p a n d o

Cuanto más conozco a la gente,
más quiero a mi perro;
aunque la gente no anda meando
por toda mi casa.

¿Cuánto saldrá un perro robot?

martes, 6 de abril de 2010

Escupamos gente desde la terraza

La gente que se cree ocurrente pero sólo es hiriente,
la gente que se la pasa criticando "con onda",
la gente que tapa su frustración con agresividad,
la gente que confunde ironía con agresividad,
la gente que critica y no soporta ni una crítica,
me aburre,
pero también me divierte.

Muchos blogs están dedicados casi exclusivamente a resarcir a sus autores de las heridas que la vida real les causa cada día.
El anonimato mezclado con la impunidad y el resentimiento generan un venenito suave y amargo que no mata ni al dengue, pero a veces molesta.
En el fondo somos jodidos, eh!

jueves, 1 de abril de 2010

Al final, todos seremos vaca o tomate

El hecho de tratar de razonar las creencias denota cierta torpeza, sin embargo, no puedo evitar plantear cierta especulación que me inquieta.

El concepto de reencarnación es bien conocido y está íntimamente ligado al karma: vamos avanzando (o retrocediendo) en nuestras sucesivas encarnaciones de acuerdo a los actos que vamos realizando. Si nuestros actos son puros, reencarnaremos en seres más avanzados; de lo contrario lo haremos en seres inferiores y deberemos "pagar" el karma generado.
Si el mecanismo de la reencarnación ocupa a todos los seres (podemos volver incluso como una araña o un potus), entonces el número total de los seres debería ser constante desde el inicio de los tiempos, ya que todos los seres que existen son reencarnaciones de seres anteriores.
A lo sumo, cuando un hombre logra la iluminación y se libera de la rueda de causa y efecto ya no se reencarna, por lo cual el número de almas encarnadas debería tender a disminuir muy lentamente. Algún día, tal vez sólo quede un tipo en la tierra (el más bruto) y ningún otro ser viviente; y todo este inmenso teatro tenga un único actor.
Ahora bien, la domesticación de la naturaleza por parte del hombre hace que lentamente (o no tanto) haya menos individuos silvestres y más domesticados (menos aguilas y más vacas, menos hormigas y más plantas de tomate).
Cuando en un futuro un alma necesite reencarnar en un ser inferior, al no poder ser hormiga ni águila, deberá conformarse con ser vaca o tomate.