Hoy temprano, yendo para el laburo, un señor camionero me grito una barbaridad QUE NO ME GUSTO NADA.
El tema es que la situación me generó una sucesión de reacciones que paso a narrar:
1. Mi primera reacción fue de enojo y me dieron terribles ganas de cagarlo a trompadas
2. Mi segunda reacción -pocos minutos después- fue de duda: el señor estaba taaan enojado que capaz que tenía razón...
3. Mi tercera reacción fue conflictiva: está bien, supongamos que el señor tenia razón, pero eso no le da el derecho de putearme de semejante manera. (O sea, una mezcla de la primera y la segunda)
4. Mi cuarta reacción fue más bien una reflexión: hace tiempo yo me enojaba tanto como el señor camionero, entonces dependía de cualquier pelotudo que se me cruzara. Luego, con tiempo y bastante laburo, pude entender que esas cosas no me aportanban NADA, que muchas veces el orgullo nos empuja a hacer cosas que son francamente tontas (y yo me consideraba inteligente). Pude dejar de competir para ver quién la tiene más larga -igual perdía- y, pude correrme de ese lugar que obliga a los hombres a demostrar que son machos SIEMPRE, pero los hace demostrar que son pelotudos e inseguros. Gané en libertad.
Después vinieron épocas de mucha presión y nervio, perdí el eje, y me volvió a aflorar el cabrón; pero desde hace un tiempito estoy tratando de desandar el camino y volver a recordar quién soy.
Y si esto no te gusta, lo arreglamos a la salida, porque a mi no me jode nadie!
Estimado Daniel, supongo que lo que escribis lo haces solo porque te encanta reflexionar y exponerlo.
ResponderEliminarBueno a modo de premio te cuento que lo haces muy bien, por ahi te chupa un huevo mi premio entonces me chupa un huevo que te chupe un huevo.
Saludos
Victor
Estimado Victor, te agradezco el comentario, el cual de ningún modo me chupa un huevo.
ResponderEliminarSiempre es bueno enterarse que hay alguien del otro lado, y cuando además de aparecer te da su aprobación es mucho mejor.
Saludos
A mi sí me chupa un huevo Daniel. (?)
ResponderEliminarBueno dale, hay que tomarse las cosas con calma.
Y de última, todos podrian sufrir accidentes varios, que con sólo imaginarlos uno queda hecho una seda.
Beso.