lunes, 31 de agosto de 2009

Balance del último trimestre del año


Tengo la vida hecha un quilombo.
Por el momento no se me ocurre nada que la vuelva a encausar, así que simplemente voy a esperar a ver si la suerte me sonríe. Hasta ahora se me caga de risa.

Por supuesto, no soy lo bastante tarado como para pensar que depende de la suerte, se que depende de mi -o sea, estoy cagado-. Tengo las cartas en la mano, pero lo único que puedo hacer ahora es mirarlas y pensar... qué cartas de mierda!

Siempre que llovió, paró.

No hay mal que por bien no venga y al que amanece Dios lo ayuda.

Pero por ahora, llueve y Dios está viendo otro canal.

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