La razón, la verdad, deben servir para algo. De no ser así, su esencia misma queda cuestionada. Si yo tengo razón y esa razón no es un arma, si yo sé la verdad y esa verdad no ilumina la cuestión, entonces no tengo ni la razón ni la verdad.
Por ejemplo:
Si yo puedo ver los defectos de mi pareja, y por supuesto puedo mencionarlos; pero no puedo con esos argumentos forzar un cambio en ella ni puedo modificar mi propia actitud, entonces esas verdades no sirven y hay OTRAS verdades -que sí me sirven- pero que no puedo ver.
Encarnizarse y estancarse en verdades que no sirven nos impide encontrar otras verdades que si sirvan de solución.
como diría Homero: la verdad o "la" verdad
ResponderEliminarUn sabio dijo:
ResponderEliminarLa verdad es lo que funciona.