martes, 21 de julio de 2009

Confesiones

Durante años fui terriblemente tímido y creo que íntimamente sentía que los demás eran mejores, que yo era distinto; y en cierta forma lo era (no lo somos todos?).

Creo que el temor a la condena me paralizaba y casi siempre prefería ser espectador para evitar exponerme. Curiosamente era un espectador muy crítico.

Con el tiempo acepté mi carácter (o mi falta de carácter), como uno acepta su altura, su color de pelo o de ojos. Y fue la aceptación lo que disminuyó la presión y me permitió, lentamente, animarme un poco más.

Hoy no soy tan tímido, y aunque puedo ver cuántas cosas perdí por ser así no me lamento. Cada uno juega con las fichas que le tocan, y está bien.

2 comentarios:

  1. yo todavia lo soy.. y no lo acepto, me lamento por perderme cosas cada dia!! no es que lo sienta todo el tiempo sino que poniendome a pensar me doy cuenta de que cada dia se pierde algo por ser asi.
    jaja bueno ni que te interesee, pero tenia ganas de 'confesarlo' tambien.

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  2. Lei, gracias por el comentario/confesión y comentá cuando quieras, no seas tímida! (ja!)

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