Tengo la convicción de que si vemos los hilos que mueven a las marionetas, la ilusión se rompe. Instantáneamente, como un hechizo. Y entonces deberíamos poder entender lo que sucede de una forma distinta y más completa.
Eso es algo que deberíamos sentir como una revelación, incluso con el cuerpo; como cuando el ascensor arranca de golpe.
Si creemos que vemos los hilos pero no sentimos el ascensor arrancar, si creemos que descubrimos la sombra del titiritero pero seguimos enganchados en la trama de la obra; entonces tal vez no vimos todos los hilos y deberíamos seguir buscando...
Por supuesto, siempre podemos sentarnos cómodamente a disfrutar -o sufrir- la obra.
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