lunes, 29 de marzo de 2010

Entrada larga y prescindible

Todos estamos culturalmente preparados para aceptar determinadas verdades sin dudar. Por supuesto, esas verdades aprendidas son tan aceptadas que nos parecen obvias y evidentes.
La sorpresa y el rechazo de un cristiano del siglo XII al visitar un país de oriente en el que se practicaba la poligamia no eran menores que las del oriental que viajaba en sentido contrario.
Lo mismo sucede con los hábitos alimenticios: nos parece inconcebible que alguien prefiera la carne de perro o de mono, y nos parece tan evidente que nos cuesta entender que es sólo un tema cultural. Esa extrañeza cultural se da con otras regiones al igual que con otras épocas: nos cuesta tanto entender el extranjero como el pasado, porque esos sistemas de creencias van variando con el tiempo.
Como sucede con las matemáticas, una verdad supone y prefigura una cantidad de verdades anteriores: la frase "las mujeres y los niños primero" sólo tiene sentido en una época y en una cultura que registra otra cantidad de premisas previas, referentes al trato de los más débiles (¿?), de los niños, etc.
Todo este aburrido preámbulo pretende permitirme analizar un concepto un tanto controversial, pero lo suficientemente arraigado en nuestra cultura para que lo encontremos lógico e incuestionable: el amor a primera vista.
Si definimos al amor romántico como algo más que atracción física, como algo profundo que incluso da sentido a nuestra vida; no deja de ser curioso que supongamos que pueda darse a primera vista.
Si un sentimiento como el amor puede darse a primera vista, también podrá darse el caso de "odio a primera vista". Quiero decir: si no hace falta conocer a una persona para amarla, si no necesitamos ese conocimiento que da la cotidianeidad, si no es necesario saber lo que piensa, como se comporta en distintas situaciones y qué siente para amarla, entonces tampoco hace falta nada de eso para odiarla.
Yo no quiero vivir en un mundo en el cual la gente se ama y se odia a simple vista. Porque tanto el amor como el odio son la clase de sentimiento que justifica grandes acciones, como el sacrificio o el crimen.
Alguien que hoy te ve y se enamora de vos, mañana ve a un amigo tuyo y lo odia. O peor, mañana ve a tu amigo y se enamora de el. O incluso peor, mañana te ve a vos y te odia.
Si estás con alguien que te ama desde la primera vez que te vió, te aconsejo que duermas con un ojo abierto. Uno nunca sabe...

3 comentarios:

  1. Brillante, super racional e inteligente como siempre pero te quiero contar una cosa: ayer vi un video donde mostraban como mataban a unos perritos y los hacian al asador en China, puaj, puaj, puaj ¡que repugnante! pobres bichitos , justo ellos que "entienden" todo!

    Genial lo del amor y el odio a primera vista, que risa! pero yo supongo que es una expresion que quiere decir que alguien te cayo bien de entrada no? Porque Amor, Amor, son palabras mayores.

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  2. Es genial. Sin embargo, a veces sin pensarlo demasiado y sin catalogarlo tampoco, es inevitable creer que eso fuerte puede ser amor a primera vista. Ahora, del dicho al hecho...
    El amor, creo yo, se sabe que va más allá del flechazo inicial, y aun así de vez en cuando está bueno sentirlo.

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