Cuando veo al mi alrededor casi todo me parece fuera de lugar, no lo puedo evitar. Tengo que pensar mucho y repetírmelo mil veces:
al único que puedo cambiar es a mi mismo.
Tengo que fluir como el agua,
tengo que rodear como el viento,
La tormenta se lleva al roble,
pero respeta al junco.
Hola Dani! si, efectivamente hay que tener una paciencia oriental para aguantar tantas cosas que nos molestan, para no explotar y para no quedarse solo commo loco malo; asi que adhiero: om... om...
ResponderEliminaral único que puedo cambiar es a mi mismo.
ResponderEliminaral único que puedo cambiar es a mi mismo.
al único que puedo cambiar es a mi mismo.
hay que repetirselo todos los dias!
Alguien debe estar pensando que quiere cambiar a Daniel. Y terminará repitiéndose que sólo puede cambiarse a sí mismo.
ResponderEliminarPerdón, eso no fue demasiado bonito. Pero se entendió la idea, ¿verdad?
ResponderEliminarNo es que yo quiera cambiarte nada, sino que el mundo... bueno, a menudo tenemos todos los mismos pensamientos.
Caro: parece que me leiste bien. Estoy peleando por no ser un loco malo. Ser loco o malo, vaya y pase, pero loco malo es demasiado.
ResponderEliminarJaqueline: cuando hay que repetirse algo demasiado es que no nos entra y lo mejor es encontrar otra forma de aprenderlo que sí nos sirva.
Night: "Alguien debe estar pensando que quiere cambiar a Daniel. Y terminará repitiéndose que sólo puede cambiarse a sí mismo" Es cierto!
¿¿¿Por qué no lo pensé yo???
Tres Besos.