martes, 22 de septiembre de 2009

Love break

A uno le enseñaron a pensar que lo importante es el amor, y no lo es.

El amor no enseña a convivir, ni a compartir, ni a aceptar, ni a respetar al otro. Uno puede amar al otro hasta no poder imaginar la vida sin el, y sin embargo las relaciones entre gente que se ama pueden ser tan tóxicas como el pollo que tiré el día que cumplió 5 años en mi freezer (que tipo despelotado!).

La historia y la literatura están llenas de ejemplos de gente que se amó hasta arruinarse la vida, pero sin ir a casos tan extremos, nuestra vida suele demostrarnos muchas veces que es virtualmente imposible hablar de muchísimas cosas con alguien que uno ama profundamente.

El amor suele aportar una intensidad que, incrementada por el tiempo y las cuentas que se van acumulando, levanta barreras que nos resultan inamovibles.

Propongo que cada uno esté con gente que le caiga bien y escape de la gente que ama como si tuviera lepra. Así será más fácil (guau! cuatro acentos seguidos!) hablar, entenderse, convivir y hasta separarse.

No te parece? Después no te quejes!

2 comentarios:

  1. Daniel dijo!: "Propongo que cada uno esté con gente que le caiga bien, y escape de la gente que ama como si tuviera lepra.!

    No te voy a hacer caso, perdoná, el amor vendrá a mñí y yo le daré la benbenuta gustosa y feliz.

    já, TREmendo lo tuyo

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  2. Carito:

    Te deseo toda la suerte, pero como "El amor no enseña a convivir, ni a compartir, ni a aceptar, ni a respetar al otro" te recomiendo que extremes los cuidados para no caer en las trampas en las que caemos -casi- todos.

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