jueves, 30 de julio de 2009

Preguntonta


Por qué será que los que más hablan, normalmente son los que tienen menos para decir?

Por qué no se me ocurrió a mi?

Hoy escuché en la radio a un señor diciendo algo así:
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Cuando estás bien, crees que necesitas un montón de cosas. Cuando estás mal en serio, una sola cosa te cambia la vida.
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Puta madre!
Tiene razón!

miércoles, 29 de julio de 2009

Improbable y lamentable


Si se me apareciera Dios, un extraterrestre (de esos que algunos imaginan muuucho más avanzados que nosotros y llenos de respuestas) o un sabio gurú levitando a dos metros del suelo, y me ofrecieran contestarme todas mis preguntas; ni siquiera sabría qué preguntar.

Por más que pienso, no se me ocurre ninguna pregunta que no me resulte vergonzosa.
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Si se presenta la ocasión, tal vez debiera hacer de cuenta que no los vi, o decir que estoy muy apurado y seguir de largo...

Se aplica como masilla y endurece como metal

Sebastián se levantó lo más rápido que pudo y salió disparado hacia donde estaba su mamá, con los ojos llenos de lágrimas. La madre ya se había agachado para recibirlo y lo abrazó con fuerza mientras le decía: “Ya pasó, Sebi, no llores más!”
El contacto con su calor y su olor tuvieron en Sebastián un efecto inmediato y él pensó que no podía haber en el mundo nadie más maravilloso que ella.
...
Terminó de firmar el último papel y le dijo a su abogado, que lo había acompañado: “Lo quiero todo listo para el lunes”. El abogado, acostumbrado a ese tono, automáticamente asintió mientras guardaba las copias en su maletín.
El lugar era bastante aceptable, sin lujos. Ella ya no podía estar sola y sería lo mejor para todos. El no tenía ni tiempo ni ganas –esas fueron sus palabras- de cargar con semejante complicación.
Al salir del geriátrico, miró hacia el cielo y pensó: “Lindo día”.

sábado, 25 de julio de 2009

La elección del amor...

Levantó la vista y la vio entre toda la gente. No hizo falta ni un segundo para que la notara. No la había visto nunca, pero en los primeros cinco segundos ya había apreciado todo lo que necesitaba; el resto sería simplemente confirmar lo que ya sabia.
Ella estaba sentada, con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante y una mano rozándole la frente. Estaba leyendo y el supo en el acto que sería un libro interesante. Su semblante reflejaba concentración y tranquilidad.
Tenía el cabello negro, de un negro no demasiado intenso. Era largo y algo desordenado, y enmarcaba de forma impecable ese rostro pálido y sereno. Su ropa era obscura, tal vez negra.
Sus labios eran de un rosa amarronado y en toda ella los colores estaban como lavados. Parecía pintada en acuarela, pero estaba perfectamente delineada.
No necesitó verla de pié para saber cómo sería su cuerpo. Un poquito más alta que la media, su cuello y manos delicados, sus senos suaves y tibios, la forma de sus caderas. Supo cómo se vería recién levantada y cómo reiría, supo que sería callada y no demandante pero sí firme en sus convicciones.
Pensó que, si él se acercara a hablarle, ella reaccionaría con naturalidad, sin histeria ni enojo.
...
Entonces recordó que era casado, que tenía cinco hijos, y que nadie -ni siquiera ella- justificaba el poner en riesgo a su familia...

Vck


jueves, 23 de julio de 2009

Declaración

Me agota vivir en un mundo en el cual casi toda la gente cree que tiene la posta: casi todos los tarados creen que la tienen re-clara, pero la mayoría de la gente copada cree lo mismo (o al menos actúa como si lo creyera).

Tal vez se portan como si fuesen lo más porque sienten lo contrario, tal vez los destetaron pronto, tal vez la tienen chiquita, pero nada justifica tanta soberbia!

Ojo, son gente copada, enserio, pero aflojen un poco!

martes, 21 de julio de 2009

Confesiones

Durante años fui terriblemente tímido y creo que íntimamente sentía que los demás eran mejores, que yo era distinto; y en cierta forma lo era (no lo somos todos?).

Creo que el temor a la condena me paralizaba y casi siempre prefería ser espectador para evitar exponerme. Curiosamente era un espectador muy crítico.

Con el tiempo acepté mi carácter (o mi falta de carácter), como uno acepta su altura, su color de pelo o de ojos. Y fue la aceptación lo que disminuyó la presión y me permitió, lentamente, animarme un poco más.

Hoy no soy tan tímido, y aunque puedo ver cuántas cosas perdí por ser así no me lamento. Cada uno juega con las fichas que le tocan, y está bien.

lunes, 20 de julio de 2009

Que barbaridad!

Parece que cada vez más gente piensa que "muy ordinario" y "extraordinario" son sinónimos...

sábado, 18 de julio de 2009

viernes, 17 de julio de 2009

Quando eu me lembro da minha bela mocidade...


Fue una época mágica. En un tiempo que casi no fluía, me tocó ser Anibal contra Roma, y romano contra los bárbaros. Me escondí con mis amigos en un bosque de Inglaterra y aprendí lo que es ser temerario y leal en las selvas de Borneo o lanzándome al abordaje desde un prao frente a las costas de Labuan.

Busqué cofres repletos de doblones de oro en arenas blancas como la sal y fui sanguinario bajo los colores de una bandera pirata; fui correo del Zar y supe lo que es el sacrificio y el amor a la patria.

Supe como un hombre llora a un hijo el día en que partió como guerrero hacia el Gran Consejo de mi pueblo, dejándome como el último de mi raza; y conocí la locura persiguiendo a una ballena blanca, que era el Mal y era mi destino, por todos los mares del sur.

El tiempo y mi memoria habrán ido realzando unos detalles en desmedro de otros y hoy no podría decir si realmente era feliz, aunque así lo dice mi nostalgia. Algunas versiones de nuestro pasado son tan cómodas como zapatillas viejas.

Cada tanto aún me encuentro caminando en esas playas y esos bosques, distintos pero iguales, más sosegado.

miércoles, 15 de julio de 2009

Verdades robadas?


Cuando escucho que el Hombre desciende del mono, siempre pienso que aún no terminamos de descender...

El mundo te dice quién sos?


Hay determinados días en los que me siento particularmente vulnerable. Puedo reconocer que se trata de uno de esos días desde bien temprano, justo al salir de casa. Siento al mundo como un lugar profundamente hostil y un bocinazo o un ceño fruncido me pueden dejar como manteca derretida.

Algunas veces puedo atravesar esas primeras horas sin terminar de hundirme y poco a poco el día se va normalizando. Otras veces, un par de hechos que en otro momento serían insignificantes me aplastan contra el piso y paso el resto del día sintiéndome muy, muy mal.

Uno puede sentirse un genio en un minuto y un tarado al siguiente. A veces me siento un perfecto infeliz -pero perfecto al fin- y basta un gesto amable o un pequeño "triunfo" para cambiarlo todo.

Será que uno pasa de la niñez a la vejez sin escalas???

lunes, 13 de julio de 2009

Y entonces?

Uno debería tener la suficiente lucidez para entender que es igualmente malo:
  • estar en cualquiera de los dos extremos de un arma
  • agredir y ser agredido
  • denigrar y ser denigrado
  • engañar y ser engañado

Uno debería poder entender que, en tanto existan estas situaciones, tarde o temprano le tocará probar los dos lados.

Verdades robadas...

La tristeza es una forma de egoísmo.

martes, 7 de julio de 2009

Tu felicidad depende de ...

La respuesta está en la imagen...


Suerte!

lunes, 6 de julio de 2009

Recomiendo...

"Let's do it, let's fall in love" de Cole Porter, por Alanis Morissette.
Ultimamente necesito desesperadamente sentir que aún queda en esta ciudad un poco de buen gusto, valores, brillo y algún sentido del humor que trascienda la mera ofensa.

Serán los años.

Hoy llueve. No importa si le conviene al gobierno o a la oposición. No importa si favorece o no la pandemia. Tal vez la lluvia haya llegado a tiempo para alguna cosecha o tal vez ya sea demasiado tarde. Tal vez haya arruinado algún asado y tal vez no. Algunas obras tal vez se retracen y alguna pared recién pintada extienda su tiempo de secado.

Tal vez esta lluvia contribuya a la depresión de algunos y su sonido acompañe la pasión de otros. Tal vez sea la primera lluvia para algunos y la última para otros.
Al menos en nuestro idioma, la lluvia, como la nieve, tienen un tratamiento especial. No decimos "hoy enfría" ni "hoy calorea", no decimos "hoy vientea" ni "hoy inunda", pero decimos "hoy llueve" u "hoy nieva". La tierra tiembla, un río crece y causa una inundación, el sol trae el calor; pero ¿quién o qué llueve?

Con estas mediocres reflexiones en mente veo la lluvia que me distrae por la ventana.

P.D. Hace rato que la lluvia no me estropea un asado, y no es porque tenga buena suerte...

domingo, 5 de julio de 2009

He aqui el porque (reflexiones a pedido)

No es una idea, es más bien un sentimiento, y por lo tanto es –para mi- difícil de describir e imposible de justificar; por lo tanto voy a emprender la primera tarea y declinar la segunda.

Siempre siento que las cosas pueden salir mal. Que los imprevistos son SIEMPRE contrarios a lo que uno quiere. Cada vez que alguien me dice “tenemos que hablar” siento que se viene un problema, cuando suena el teléfono en horarios inusuales siempre pienso que a alguien le pasó algo malo…

Seria algo así: el azar siempre es destructivo. El clima, el tránsito, los aparatos y los otros son potenciales riesgos que pueden hacer zozobrar nuestros proyectos.

Lo que estoy comenzando a sentir es que, si bien la vida se resiste a amoldarse a mis reglas, tampoco se complace en derribarme cada vez que tiene la oportunidad. Aparentemente es neutral, y con eso por ahora me basta…

Por otra parte, comienzo a sospechar que si YO tratara de amoldarme a las reglas de la vida -en vez de pretender lo contrario- tal vez el sonido del teléfono en horarios inusuales dejaría de sonar a música de película de terror.
Hoy, mientras caminaba por la calle, por algún motivo me descubrí pensando en la Anabasis, libro que no he leído en años. Pensando en que ningún hecho está aislado, traté de encontrar alguna relación con los hechos recientes y por supuesto, instantáneamente encontré el más evidente: el regreso al hogar. Jenofonte y yo, los dos regresando de realidades distintas a hogares distintos, pero los dos teniendo que sortear dudas y peligros. Por supuesto la comparación resulta presuntuosa, pero los que tenemos vidas pequeñas necesitamos darle grandes significados a las cosas pequeñas.

Pensé también en la Odisea y el tema recurrente: el retorno al hogar. Distinta época, distinto estilo, distinto género pero el mismo tema.

No habrá historiadores que sigan nuestras vicisitudes, no habrá crónicas de nuestros triunfos y nadie más que nosotros llorará nuestras derrotas ni se avergonzará de nuestras miserias, pero nuestra "vuelta al hogar" abundará siempre en Cirses y Calipsos, en Artajerjes y Ciros. Tampoco nos desmerece que nuestro destino último no se llame Atenas o Itaca ni que sus playas no sean bañadas por las aguas del egeo: el perro de Ulises no es más perro que mi caniche, aunque sea toy y probablemente no me quiere menos.

Por último quiero decir que la idea de "vuelta al hogar" prefigura muchas cosas: la existencia de un hogar, palabra que resuena a cálido y acogedor (siempre que escucho esa palabra me figuro una chimenea con leños encendidos en la penumbra, aunque nunca tuve una), prefigura también un sentido trascendental a nuestras peripecias (lo que para uno es el hogar, para muchos es la patria), y para aquellos que somos cobardes, la idea de retorno tiene algo profundamente tranquilizador.

viernes, 3 de julio de 2009

Descubrimiento

Cada vez tengo menos miedo...

Sociología barata... (baratísima)...


. La señora piensa que en los colectivos se viaja como ganado y mira de reojo al conductor pensando que va a arrancar antes de que termine de bajar. No sabe ni le importa que ese bondi sea más cómodo, rápido y seguro que el carruaje de Luis XV.

. El pibe que ayuda al verdulero de la feria de plaza Irlanda a acomodar los cajones de fruta, putea mientras acomoda compulsivamente su jopo, porque en el hospital lo hicieron esperar una hora antes de atenderlo. No lo consuela saber que tiene un servicio médico mejor que el que tuvo Elvis -el rey del jopo- hace sólo unas décadas.

. Mi sobrina de 11 años tiene hoy un celular mejor y más completo que el que tenia Bill Gates hace tan sólo 5 años.

Y sin embargo...

. La señora se siente infeliz y relegada, porque tiene que viajar incómoda mientras su nuera viaja como una señora en el auto nuevo de su hijo.

. El pibe se siente humillado, porque tiene que ir al hospital público y lo tratan como a un pordiosero.

. Mi sobrina se siente frustrada, porque la cámara de su celular no tiene suficientes megapíxeles.

No puedo resistir la tentación de ser explícito: no importa NADA si tu auto tiene levantavidrios en las cuatro puertas, si tenes auto, o si tenes piernas... (me fui al carajo, las piernas SI importan)...
No estoy haciendo una justificación gorila de la pobreza ni estoy ensayando una oda al conformismo. Tal vez sólo estoy haciendo una crítica al consumismo que usa el inconformismo, la moda y la obsolescencia como herramientas de marketing. Con los años hemos aprendido que, para venderle ropa a los indios, primero hay que hacerlos sentir vergüenza de su desnudez...


PD. Mi sobrina es divina.

jueves, 2 de julio de 2009

Todos somos enfermos incurables de algo...

miércoles, 1 de julio de 2009


Tengo la convicción de que si vemos los hilos que mueven a las marionetas, la ilusión se rompe. Instantáneamente, como un hechizo. Y entonces deberíamos poder entender lo que sucede de una forma distinta y más completa.

Eso es algo que deberíamos sentir como una revelación, incluso con el cuerpo; como cuando el ascensor arranca de golpe.

Si creemos que vemos los hilos pero no sentimos el ascensor arrancar, si creemos que descubrimos la sombra del titiritero pero seguimos enganchados en la trama de la obra; entonces tal vez no vimos todos los hilos y deberíamos seguir buscando...

Por supuesto, siempre podemos sentarnos cómodamente a disfrutar -o sufrir- la obra.