Es más: como tantas otras cosas, uno sólo debería quejarse por placer.
Todos -casi todos- somos Job en algún momento de nuestra vida. Algunos encontramos tanto placer en serlo que ya no podemos abandonar.
Pero quiero dejarlo bien claro: desconfío de la gente que nunca se queja.
Venimos a un mundo en el que todo tiene dueño, con reglas y castigos ya establecidos y con -casi- todo inventado. Quién puede decir sinceramente que no tiene motivos para quejarse?
ay, que susto el titulo a primera vista! por lo de "que se acaba el mundo", no?
ResponderEliminarSiempre tenemos cosillas que nos molestan, uf! Las molestias son nuestras compañeras mas inseparables...
Ahora vuelvo y leo mi propio comentario "en frio" y veo que no quedó chistosa la primera parte como yo crei que iba a ser... no seria la primera vez que quiero transmitir un chiste y no me queda bien...
ResponderEliminarNo me es facil escribir con gracia, ahijuna!
Ya fue. Igual, no importa.
Que lindo que es quejarse!!!
ResponderEliminareso si te suma como 40 años...
Continue, lo escuchamos
Yo hasta me quejo de quejarme.
ResponderEliminarCaro: a mi sí me pareció gracioso, pero bueno, hablamos de la queja, así que quejate nomás...
ResponderEliminarPetardo: la queja es un estilo de vida. ¿Tal vez si me quejo lo suficiente me jubilen antes de tiempo?
Nata: el secreto es quejarse sin culpa y, si es posible, con cierto estilo.
Quejarse ya es un hábito del humano!
ResponderEliminar