viernes, 21 de enero de 2011

Shakespeare puto!

Que un organismo unicelular se divida para multiplicarse es una tarea casi mágica, pero relativamente simple en términos biológicos. Se trata de un encadenamiento de reacciones químicas razonablemente complejas, pero que funcionan como "reflejo" a partir de determinadas condiciones. 

En el momento en que un cocodrilo pone sus huevos y los cubre, da por concluida su labor de madre. Eso no está bien ni mal, es así. Como todo en la naturaleza, no necesita de nuestra aprobación, y la prueba de su eficiencia se encuentra en la supervivencia de la especie durante millones de años, sorteando con éxito las sequías, los predadores y los fabricantes de carteras..
La información que necesita el cocodrilo para llevar a cabo esas tareas es relativamente escasa, y basta con codificarla en su "instinto".

Con la aparición de los mamíferos, la procreación se hizo bastante más compleja, al requerir que la madre amamante y cuide a la cría durante períodos que en algunas especies se prolongan por años. La información necesaria para determinar esos complicados patrones de conducta excede la limitada capacidad del instinto, y ahí la naturaleza inventó una estructura más compleja: los "sentimientos". Y la cagó!

Como una máquina fuera de control, los sentimientos han tomado el gobierno de nuestras vidas y campean, triunfantes, sobre la razón y el sentido común. Incapaces de controlarlos, hemos optado por alabarlos y someternos gustosos a su tiranía. Y así vamos, como brújulas enloquecidas, zigzageando por el mundo.

¿Qué no daría yo por una mujer que pusiera huevos (pero que igual tenga tetas, eh!), si a cambio de eso estuviera libre de esa locura que la hace impredecible y a la larga insoportable?



Mientras tanto, las bacterias y los cocodrilos viven felices en un mundo tan simple, que me hace llorar de envidia.


3 comentarios:

  1. Clap, clap, clap! a esto llamo yo escribir con estilo! Es genial.

    Los sentimientos nos dominan... como el irrefrenable deseo de asesinar que me embarga cuando veo un cocodrilo (en la tele, obvio)... Porque se extinguen animalitos tan graciosos, y no el terrorifico y repugnante cocodrilo??????????????

    ayyy, dió. uf.

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  2. Capaz que en la próxima vida nos toca ser bacterias o cocodrilos! No todo está perdido!

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  3. Caro: viste qué genial que soy?

    Beyond: creo que ser bacteria sería demasiado golpe para mi ego, prefiero cocodrilo.

    Besos

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