Orioll Vall, que se ocupa de los recién nacidos en un hospital de Barcelona, dice que el primer gesto humano es el abrazo. Después de salir al mundo, al principio de sus días, los bebés manotean, como buscando a alguien.
Otros médicos, que se ocupan de los ya vividos, dicen que los viejos, al fin de sus días, mueren queriendo alzar los brazos.
Y así es la cosa, por muchas vueltas que le demos al asunto, y por muchas palabras que le pongamos. A eso, así de simple, se reduce todo: entre dos aleteos, sin más explicación, transcurre el viaje.
Eduardo Galeano
Hola,
ResponderEliminarque interesante, sabia que los bebes recien nacidos manotean tal vez como un acto reflejo, porque sienten nuevas y amplias sensaciones pero de los viejitos no sabia.
Al abrazo se reduce todo, entonces. pero vivimos tan embrollados, que tal vez por eso mismo perdemos lo esencial de vista.
Besos.
Y abrazos!
ResponderEliminarQue bueno esto, me gustó!
ResponderEliminarCarolinda: O tal vez los recién nacidos manotean para ir preparándose para una vida que, casi siempre, se vive a los manotazos. Lo de los viejos ya lo sabía: siempre quieren manosear a las enfermeras.
ResponderEliminarFlorence: bienvenida y gracias.
Dos abrazos.
jajaja! que asco lo de los viejos; que locuelo eres!
ResponderEliminarGracias por lo de "Carolinda", me encanta.