Leemos en la Odisea cómo, al acercarse a la isla de las Sirenas, Ulises hizo que sus marinos se cubrieran los oídos con cera para no escuchar el irresistible canto que era la perdición de quienes acertaban a navegar por esas aguas.
Resulta que el canto de las Sirenas prometía placeres, gozos y dones sin límite. A cada hombre le ofrecían un paraíso a la medida. Los hombres -débiles sin excepción- eran atraídos así a una muerte segura.
Ahora bien, el bueno de Ulises se hizo atar al palo mayor y le ordenó a sus hombres que ignoraran cualquier orden que diera hasta alejarse de esas aguas. Así pudo disfrutar del canto de las sirenas sin perderse a sí mismo ni a sus hombres.
No hay demasiadas referencias respecto de cómo sería el famoso canto, aunque yo sospecho que no son en absoluto necesarias. Las sirenas son tan reales como actuales y están en todas partes cantando entre nosotros, siempre ciegos a su presencia.
Hoy, el canto de las sirenas nos acompaña desde la cuna y duerme a nuestros hijos entre sueños de un consumismo enternecedor. Y así crecen, aspirando a un paraíso con forma de shopping y sabiendo, por primera vez en la historia, que la salvación no depende de las obras ni de la fe, sino del límite de su tarjeta de crédito.
Pero, que tiene de malo el shopping, digo yo? a mi lo unico que me "hace mal" es escuchar que me quedé sin credito, grrrr... malditos vendedores que no quieren hacerme feliz.
ResponderEliminarEL justo no vive por la fé ni por las obras , vive según el límite de su tarjeta de crédito...
ResponderEliminarY las sirenas se compran y se venden.
saluto!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa cuestión ya no es más "Ser o no ser", "Capitalismo o Comunismo"; la cuestión es "Visa o Mastercard"
ResponderEliminarY, lo más triste de todo... es pocos quieren evitar sucumbir al canto de las sirenas, puesto que es algo absolutamente necesario.
ResponderEliminarYa me hiciste sentir basura social y toda la cosa. Qué vergüenza.
Para mi que es como el canto te wendy sulca, creo que es la unica que llega a esos agudos.
ResponderEliminarNuestra sirena latina