Si al final siempre perdemos, ¿por qué no perder como Dios manda?
Si el que dispara hacia abajo, al final también se muere, ¿por qué no disparar hacia arriba?
Si el que se abalanza sobre la última milanesa y el que levanta su dedo y el que baja la mirada, al final también quedarán congelados en un último gesto mezquino, ¿por qué pasar de la grandeza y esperar un día más?
Ah, si.
Ya me acuerdo!
Es que estamos tan pegados al suelo... no nos es facil elevarnos.
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