miércoles, 5 de mayo de 2010

No soy Brad ni ella es Angelina...

Cuando yo te elegi, vos aún no eras vos.
Eras una frase a medio oir,
yo simplemente completaba los vacíos.
Eras el boceto, que yo imaginaba completo.
Eras un manjar en el horno,
que yo en mi hambre anticipaba.

Hoy sos un grito,
un mamarracho,
una feta de salame
de la picada de ayer.

Y sabés qué?

Yo, que también habré sido
inmerecidamente mejorado
por tus anhelos de ayer.
Yo, que también tengo el rostro
cruzado de cicatrices...
Yo te sigo eligiendo.

Para que sigamos gritándonos
nuestra desesperación,
para que sigamos
malgastando crayones,
masticando juntos
esta correa que nos ata.

Por ahora...

6 comentarios:

  1. China, qué lindo verte por acá!

    Pau, como siempre, es un halago.

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  2. Yo tambien cuando me peleo con mi maridito grito pero como él es un mastodonte grita mucho mas fuerte que yo. Entonces, yo me vengo poniendo canciones y poesias alegoricas en el blog.

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  3. Caro:

    Gritar no soluciona nada.
    Hay que pegar!

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  4. Es lo que yo quiero hacer, pero: ¿y si me la devuelve????? Es como que me agarre el tren de la hora 16.

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