El corcho desarrollará, o en su defecto adherirá, a exóticas teorías que demuestren la inconveniencia y hasta la sinrazón de sumergirse en el agua.
El cerdo alabará los benéficos efectos del lodo en la piel, la cigüeña hará notar lo refinado de un par de piernas bien delgadas, la tortuga expondrá hasta el cansancio los riesgos de andar corriendo por la vida...
¿No es cansador dedicar tanto esfuerzo a edificar teorías que nos justifiquen? ¿No es esteril?
He escuchado a homosexuales defender su derecho a la "libre elección del objeto de deseo".
¿Me perdí de algo? ¿Es que alguien puede elegir el objeto de su deseo?
Si mi auto hablara, seguramente me repetiría hasta el cansancio que decidió ser de color azul porque es el mejor color, que eligió tener 4 puertas porque las cupés le parecen presuntuosas, y que tiene el motor que tiene porque un motor más grande le pareció innecesario.
Ultimamente creo que nadie entiende la diferencia entre razonamiento y justificación. Yo diría que una justificación es un razonamiento hecho en reversa. Se parte de la conclusión a la que se quiere llegar y se traza un camino hacia atras para volver a recorrerlo poniendo cara de tonto.
La práctica nos hace tan hábiles que pronto el mecanismo se hace casi invisible y terminamos pensando que en verdad razonamos.
Dani, vivimos escuchando sofismas de la mañana a la noche, y como supervivencia y escape de la locura queremos creer que nosotros hemos decidido todo o casi todo en nuestra vida, así, nos hacemos la ilusion de que tenemos el control de algo y juntamos fuerzas para rearmarnos y salir a la lucha.
ResponderEliminarEsta bien?, entendí bien? ¿dije algo con sentido?
no se.
Besos.
lo refinado de un par de piernas bien delgadas..
ResponderEliminarvos, daniel, como te decis llamar, tenés algo raro cuando escribís. algo de rencoroso y molesto, algo que hace q todo sea tan particular.
Caro: Entiendo que entendiste. Creernos que nosotros hemos decidido casi todo en nuestra vida nos impone la cansadora obligación de defenderlo. W.Allen escribe sobre un tipo que un día se cae desde el palco de un teatro lleno, y para demostrar que lo hizo a propósito vuelve al teatro toda la semana y se tira... ¿De cuántos palcos me habré tirado yo?
ResponderEliminarPau: por supuesto que me llamo daniel y lamentablemente tenes razón: lucho contra el rencor y la desilusión -como puedo- y lamento que esas cosas se me noten tanto. Por desgracia uno solo puede compartir lo que tiene, y por ahora tengo esto.
Besos
Daniel, veo que entendi, y que risa la anecdota de Allen!
ResponderEliminarPero quiero decirte otra cosa, mira, si queres, un video que se llama "la toma" que lo publico demicasaalautopia.blogspot.com yo ahora tengo que salir y todavia no lo pude ver porque es largo, pero vi 5 minutos y me parecio muy interesante y para compartir.
Gracias Caro.
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