martes, 12 de enero de 2010

Presión social y presión arterial

Hay determinadas cosas que "se esperan de uno". Uno lo sabe y generalmente las espera también, y el no cumplirlas multiplica la angustia y hasta íntimamente genera vergüenza.
El que no cumple esos preceptos se percibe a si mismo como en falta, y vive deprimido y pidiendo disculpas por no tener trabajo, por no estudiar una carrera "digna", por no tener una pareja estable, o por cualquier otra cosa.
La gente supone que si alguien está sólo, tiene algún problema. Muchas veces uno inconscientemente también lo supone y anda por la vida como si le faltara algo (no soy tan tarado, ya se que todos queremos tener una pareja, pero no tenerla en determinados momentos no nos transforma en fracasados ni en idiotas).
Yo mismo he sentido muchas veces la necesidad de justificarme por alguna de estas cosas, como si hubiese ido a un baile de disfraces sin disfraz, o a una cena de gala en ojotas.
En alguna época tuve un amigo bastante fachero y bastante salame, que vivía justificándose con todos sus amigos porque su novia era medio gordita. Decía: "es medio gordita, pero la quiero", y a mi me generaba enojo y ternura.

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