miércoles, 20 de enero de 2010

Coleccionemos gente

Es muy común coleccionar gente. Alguien podría objetar que el mero hecho de ser coleccionado deshumaniza al individuo en cuestión, entonces sólo se podría coleccionar gente transformándolos en objetos (con lo cual ya no serían gente); pero esa objeción me parece demasiado elaborada para los tiempos que corren.
Las personas tienden a valorarse en función a sus bienes, entre los cuales se encuentran también los amigos y las "conquistas". La gente, transformada en objeto, es uno de los bienes más abundantes y fáciles de conseguir, y no hay que desechar la utilidad que una buena colección de gente nos puede proporcionar.
Es común también que los coleccionistas de gente formen parte de la colección de alguien más, lo cual no les resta mérito.
En fin. Coleccionemos gente, es barato, útil y divertido.

2 comentarios:

  1. No se la colecciona. Se la quiere y es un orgullo que sea parte de nuestra vida.
    Creo que sería lo mismo pero dándole un poquito más de valor al otro, con una mirada un poquito menos narcicista.

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  2. Vale, Me queda la duda, pero por si acaso:

    Ironía: La ironía es la figura mediante la cual se da a entender lo contrario de lo que se dice.

    Además, en general la gente es demasiado grande para caber en una repisa.

    Un beso.

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