martes, 24 de noviembre de 2009

No todos podemos escribir el Quijote...

Nuestra vida se rige por una cierta dosis de vanidad, la misma que le permite a un joven sentirse superior a un viejo, sin entender que la única diferencia entre los dos es el tiempo.
Es la tonta soberbia de los que creen que "están en onda" porque escuchan determinada música o utilizan ciertos términos que están de moda, como si lo nuevo fuera mejor simplemente por ser nuevo. Como si lo nuevo de hoy fuera a ser nuevo siempre.
Lo mismo aplica de modo contrario, y así tenemos a un montón de "viejos" que siente que todo lo pasado fue mejor, que todo lo nuevo es malo simplemente por ser nuevo, que todo lo joven es inferior, simplemente por ser joven.
Es la incomprensión de los que ven al mundo desde su baldosa, sin preguntarse cómo se vería poniéndose en el lugar del otro.
Es increíble la cantidad de gente que vive tomando partido en cuestiones que carecen totalmente de sentido.

2 comentarios:

  1. Lo peor es que es una cuestión tan general que en muchas ocasiones nosotros mismos caemos en el error.

    ResponderEliminar
  2. Sentirse superior (o pretender ser superior) es una tendencia natural del ser humano... potenciada en sociedad y multiplicados los factores.

    Porque lo hacemos? Para contrarrestar la auto-compasión que sentimos.

    Sin auto-compasión no habría busqueda de superioridad.

    Que quedaria? Humanidad libre de pretenciones y artificios.

    ResponderEliminar