viernes, 20 de noviembre de 2009

El ratón Perez y el alcohol

A mi hija se le cayó el segundo diente.

Verla crecer me genera una mezcla de sorpresa, alegría y dolor; éste último, supongo, anticipando que la distancia entre nosotros irá creciendo.

Antes que naciera, yo mismo le hice la cuna. Me llevó semanas, trabajando por las noches, y me salió más cara que si la hubiese comprado dos veces. Más tarde le hice su sillita de comer, y un par de veces tuve que volver a pegarla porque se aflojaba.

Alguien dijo que uno sigue siendo hijo hasta que es padre...

Que se yo! Hay una clase de afecto que no necesita de nada, ni perfección, ni reconocimiento, ni aceptación, ni presencia. Esa clase de cariño yo lo estoy descubriendo con mi hija.

En la última mirada de mi viejo, que me quedó grabada para siempre y dijo más que un millón de palabras, reconozco el amor y el orgullo que siento cuando miro a mi hija.

Too much!
Hoy a la noche me emborracho.

2 comentarios:

  1. Primero que todo vengo a agradecer el tiempo que te has tomado pensando lo que me escribirás, y lo paciente que has sido, sin embargo no te culpo por no querer repetirlo, ¿vale? No es rencor, porque tengo la mente más abierta que nunca y me doy cuenta de que junto con muchas personas te preocupas por algo, aunque el sentimiento sea mínimo. Tampoco diré de nuevo que no le explicaré a mi familia, Daniel, porque ya lo saben, pero prefieren hacerse los de la vista gorda para no cargar con ésto, y tampoco los culpo. Sólo sé que puedo hablar con mi hermana mayor, que sufrió como yo, y que quizá pueda ayudarme.

    Me parece lindo que veas eso de una manera tan excepcional con tu hija, que como pocos padres puedas interiorizar y aprender de momentos tan básicos como la caída de un diente. No soy madre, y quizá a ratos no soporte a mis padres, pero reconozco que los momentos más puros y hermosos en la vida de alguien son el compartir con tus hijos, más cuando están pequeños. A pesar de todo tú puedes hacer que esa brecha entre ustedes no sea tan enorme, quizá el tiempo te enseñará, y no perderás a tu hija como muchos padres.

    Un beso enorme.

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  2. Night:

    Hoy estoy optimista (y espero que realista), así que voy a apostar una ficha a que vas a estar mejor. Sos inteligente, se nota, y eso ya es mucho decir...

    Un beso

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