viernes, 13 de noviembre de 2009

Llueve, llueve, llueve

Hay un cierto valor que sólo encontré en los hombres más viriles y en los más putos, una mirada frontal y profunda que sólo tienen algunos chiquitos y algunos ancianos, cierta indiferencia que sólo tienen las mujeres más hermosas y las más feas, una sabiduría que sólo tienen algunos que lo tienen todo y algunos que no tienen nada, una voluntad exacerbada que sólo tienen los más belicistas y los más pacifistas.
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Pero tetas como las de mi segunda novia (allá por los 16 años), no vi en ningún lado....

4 comentarios:

  1. Esas personas que mencionas han perdido (temporalmente) buena parte de la lastima por los demás y por si mismos.

    No son mas o menos sabios o mas o menos felices, pero no van por la vida con medias tintas.

    Las tetas de tu segunda novia: eran cuadradas?

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  2. Estimado filósofo:

    Las personas que menciono no son personas, son simplemente arquetipos elegidos al azar para resaltar la contradicción entre su aparente oposición y sus puntos en común.

    Las tetas de mi segunda novia aluden a la contundencia de la corporalidad frente a lo intangible de los arquetipos.

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  3. Seguime explicando porque sino me decias no lo iba a cachar jamas.

    Veras, los filosofos (los que sirven al menos) tratan ir a lo tangible.

    Los sofistas por supuesto te pueden hablar durante horas sobre algo que puede ser resumido en una linea.

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  4. Filosofo/Filofemina/Filomena:

    Gracias por la ironía y los comentarios (esta vez lo digo sin ironía)

    Lamentáblemente sólo puedo resumir en una línea cosas tan profundas como "pasame la sal" o "vamos al cine".

    Los sofistas me aburren y a los filósofos no los entiendo, pero se hace lo que se puede.

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