Creo que hay dos formas de pensar el amor:
1. Hay alguien que le dará sentido a mi vida y sin él estoy en el horno.
2. Yo debo darle sentido a mi vida y si logro estar bien, podré relacionarme con alguien que también esté bien, para estar mejor juntos.
Las dos posturas son utópicas.
La primera porque pone la responsabilidad afuera y busca una salida mágica a nuestros problemas.
La segunda, porque no podemos tratar de construirnos en soledad, y esperar a recibirnos de seres humanos adultos y sanos para, recién entonces, mirar hacia los otros buscando el amor.
Como siempre, la verdad está en el medio, lejos de las fórmulas más tentadoras, y el amor es algo que vamos aprendiendo mientras aprendemos todo lo demás.
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Uno necesita primero tener la libido en el Yo, para luego poder depositarla en un objeto. Si nunca vuelve al Yo, se hace patógeno.
ResponderEliminarDe ahí salió la creencia popular, no tan errada, de que para estar con alguien primero se tiene que estar bien con uno mismo.
El error está en suponer que no hay nada que aprender sobre el amor, y que la preocupación mayor pasa por ser amado, y no por amar. El amor se desarrolla cuando amamos a quien no necesitamos por un fin egoísta.
¿Sabés qué? Yo sí creo que para amar, es necesario estar bien con uno mismo. Y no sólo estar bien, sino conocerse, amarse y respetarse. Y vivir plenamente en el presente. Y tambien pienso que se debe superar el narcicismo y tener una visión del mundo lo más objetiva posible.
Yo todavia no tuve la suerte, de conocer al amor que valga la pena...
ResponderEliminarEspero que algun dia se cruze conmigo, en mi camino por la vida.
Vale: digamos que "relaciones con los demás" debería ser correlativa de "relaciones con uno mismo", pero el problema es que sí o sí tenemos que cursarlas al mismo tiempo.
ResponderEliminarBeyond: yo pienso que todos los amores valen la pena (por supuesto unos más que otros). Lo "mejor" suele ser enemigo de lo "bueno", y a veces de lo "posible".
Beso