lunes, 26 de octubre de 2009

Propuesta indecente

No soporto a la gente careta, y eso dicho así casi no quiere decir nada...

La gente careta no se conecta con ella misma, crece como el pasto. No es que careteen hacia afuera, lo hacen principalmente hacia adentro y por eso son irremediables.
Esa gente es todo apariencia, sus preferencias, sus gustos, sus intereses les vienen de afuera, pero por supuesto, ellos no lo saben. Hay gente que caretea incluso con la filosofía, con la política y con el arte.
Cuando eran adolescentes se apuraron a buscar un grupo de pertenencia, porque ser distintos les daba tanto pánico como estar solos, entonces se fueron moldeando rápidamente para encajar en el grupete que les pareció más conveniente, o el primero que pareció aceptarlos.
Así como "todos" tienen que ser hinchas (más o menos apasionados) de un equipo de futbol, "todos" tienen que elegir a qué grupo pertenecer; y entonces todos terminan pareciéndose: los estudiantes, los profesionales, los artistas, los cartoneros. Y todos son aburridos.
Entonces todos veranean en los mismos lugares, charlan de los mismos temas, escuchan la misma música. Cada vez que escucho a dos jovenes pelotudos "exitosos" hablando de vinos, a dos no-tan-jóvenes pelotudos "más exitosos" hablando de golf o de villa la angostura, a dos pendejas hablando de crepúsculo o a dos pendejos haciéndose los tumberos, siento que nadie entiende nada.
La gente no se anima a ser ella misma, ni siquiera se lo plantea. Se juntan con desesperación, intercambian códigos y empiezan a hacer lo que hace cualquer grupo: autoafirmarse tratando de diferenciarse del resto; normalmente de la única forma que conocen: discriminando, menospreciando y defendiendo banderas que no son suyas.
La gente más exitosa según el lamentable concepto de éxito que manejamos es la que más rápido se adapta, se mimetiza y se amolda.
Con que haya UN flogger, un hippie, un punk, un rasta, etc. ya alcanza.
Propongo que matemos a todos los demás.

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