Imaginate:
Estás a dos metros de un tipo que tiene un enorme balde lleno de agua helada...
El tipo, con maña y fuerza, te tira un certero baldazo que te va a empapar de pies a cabeza...
La última gota ya salió del balde, pero la primera gota aún no te alcanzó...
Sabes que no tenes tiempo para reaccionar...
Por un instante el tiempo se detiene, y podés sentir el silencio previo al estremecimiento...
Asi estoy hoy.
Estás a dos metros de un tipo que tiene un enorme balde lleno de agua helada...
El tipo, con maña y fuerza, te tira un certero baldazo que te va a empapar de pies a cabeza...
La última gota ya salió del balde, pero la primera gota aún no te alcanzó...
Sabes que no tenes tiempo para reaccionar...
Por un instante el tiempo se detiene, y podés sentir el silencio previo al estremecimiento...
Asi estoy hoy.
jajaj me parece que no entendiste lo que escribi...
ResponderEliminarconozco los dolores del alma, pero si se los quiero contar a la gente en mi blog que es de catarsis, lo hago con humor.
La idea era que te cause gracia, como todos, pero creo que te lo tomaste pmuy enserio puede seR?
A mi sí me gusta tu blog.
Señorita Jamona:
ResponderEliminarCreo haber entendido lo que escribiste, o mejor dicho el sentido con el que lo escribiste. Quise que mi comentario tuviera el mismo sentido, aunque tal vez no lo logré.
Igualmente estás en ventaja: los dos conocemos los dolores del alma, pero yo ignoro los dolores de teta...
Debo reconocer que en realidad sí me gustó tu blog (por eso te deje mi comentario), pero no queria que te engrupieras...