jueves, 21 de mayo de 2009

Pequeñas reflexiones


En la naturaleza muchos procesos que parecen continuos, vistos de cerca no lo son. La flor cuando se abre, el tejido que se expande con cada latido, el crecimiento de una criatura, el envejecimiento de otra; suelen realizarse en saltos discretos.
Algunas tendencias que parecen irreversibles tampoco lo son. A veces son circunstanciales, a veces corresponden a movimientos más complejos de avance y retroceso, como las mareas, la transición entre las estaciones, los estados de ánimo.
Las cosas suelen experimentar, simultáneamente, numerosas fuerzas y fases cuya resultante suele sorprendernos tanto como el clima, que cada tanto nos regala un día de sol en pleno invierno o materializa -de la nada- una tormenta en plena tarde de domingo.

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