Nada "debe ser" de una determinada forma. No importa lo que los demás crean o digan. No hay reglas universales, no hay deseos universales.
La mayor parte del tiempo, uno vive como si esto no fuera cierto. Pero puede suceder que excepcionalmente se rasgue el velo, y uno pueda entrever la realidad. La realidad sin reglas, sin intencionalidades, sin interpretaciones. Una realidad que ignora no ya nuestra voluntad o deseo, sino a toda nuestra especie, a las especies que nos precedieron, y todo lo que ha recibido un nombre.
Esa realidad es tan inmensa, tan contundente e incontrastable que todas nuestras creencias y nuestros miedos se vaporizan al instante.
Y uno entiende todo. Y ese todo es tan colosal que no puede caber en nuestra pobre existencia ni por una fracción de segundo. Cuando te pega el rayo te carboniza.
Y entonces uno se suena los mocos y sigue viviendo su vida de siempre, a lo sumo con la efímera y endeble sensación de haber espiado a dios...
Un placer leerte, Daniel.
ResponderEliminarGracias por tu comentario en mi blog.
Besos.
que tal amiguito!
ResponderEliminartus creencias forman tu realidad, tu unica obligacion es ser feliz por vos y por las 7500 generaciones de ancestros que hicieron que hoy estes aca, viviendo tu vida plena, en este hermoso y misterioso planeta azul.
Azul, por lo calma y pacifica que es la existencia aqui; porque somos buenos, nosotros somos buenos.
Besos y hermoso fin de semana