Hace unos días me tomé un par de horas para tratar de explicarle (qué jactancioso!) a un adolescente mi teoría sobre el consumo y la felicidad. De más está decir que no entendió nada y me gustaría decir que fue su culpa, pero sospecho que la culpa fue mía.
Les explico por qué: (sigo jactancioso!)
Intenté contarle cómo funciona la industria, y cómo el mercado se mantiene mediante la generación de nuevas necesidades, para conseguir que las ventas no caigan. Esto significa que el pituto que hoy compraste y te parece fantástico, en un período razonable deberá parecerte una cagada para que salgas a comprar otro pituto (esta vez con gps o abs o ogt) y el mundo pueda seguir funcionando.
Si te dejaran ser feliz con el primer pituto que compraste, la sociedad colapsaría.
El pibe corre hace tres años atrás del último celular. Cuando lo tiene (y sus amigos no) se siente un winner. Dos meses más tarde se siente uno más. Dos meses después es un perejil y se desespera por comprarse -otra vez- el último celular.
¿Se entiende? Uno de los trabajos de la empresa es decirte (hoy) que ese modelo es fantástico. Su otro trabajo es convencerte (mañana) de que ese modelo es una garcha, para generarte insatisfacción y meterte la mano en el bolsillo, o en este caso el bolsillo de los padres.
Ahora bien: lo que a nivel global hace que el sol salga cada mañana, a nivel individual es una fuente de frustración permanente.
¿En qué falló mi explicación?
Muy simple.
Nadie puede explicar donde NO ESTA la felicidad, sin explicarte a continuación donde SI ESTA la felicidad.
Ahí naufragué.
Hola Dani,
ResponderEliminarbuen titulo!
todo esto me hizo acordar a esas publicidades donde aparecen jovenes hermosos corriendo por campos floridos o tirandose de cumbres nevadas sólo por la dicha de haber adquirido el nuevo celular, que con toda la furia nos durara un año y medio y, -siempre despues de comprado- nos daremos cuenta que le faltaba "ese" accesorio que era el que nos hubiera hecho real y completamente felices.
Besos.
Jaja! Yo también tengo mis luchas revolucionarias con estos adolescentes de hoy. Una vez se me ocurrió buscar en Google la siguiente pregunta : "¿A qué edad maduran los adolescentes?" Y me encontré con una respuesta que me dejó bastante satisfecho y a la vez, con una sonrisa en la cara : "Los adolescentes no suelen madurar..."
ResponderEliminarNunca le había escuchado (leído) la palabra PITUTO a otra persona que no fuera mi vieja!
ResponderEliminarMi historia es al revés, cada vez tengo un celular más choto.. supongo que no me interesan mucho esas cosas del consumo (pero estoy pensando en comprarme un aparato para hacer gim... al que seguramente ALGO le va a faltar.. jaja)
la reflexión final Dani es buenísima y comparto la idea del post. Así funciona el sistema. Generando necesidades continuamente.
ResponderEliminarY cuando leí el comienzo me acuerdo que en la facultad nos decían si el mensaje no se entiende , no llega, la culpa es del emisor.
No sé que tan cierto sea...
Porque a veces hay receptores limitados.
Me encnata que toques estos temas.
Beso!
Caro: es que si te encuentran corriendo por un campo florido y no tenes el celular nuevo te meten preso. Posta!
ResponderEliminarBeyond: es que madurar no tiene nada de lindo! Quién no prefiere ser joven y despreocupado por siempre?
Clavel: lo que generalmente le falta a los aparatos de gym es la motivacion para usarlos. Pero se viene el verano, así que...
Caro Pé: para problemas de comunicación hay que aprender de los expertos, y no están en la facultad ni en los libros. Están en la tele. Ellos saben cómo y qué decir, y lo saben desde lo pragmático. Que nos muestren un escote para vendernos un auto habla bien de ellos (porque al final se los compramos) y mal de nosotros (por eso mismo).
Besos a todos.