martes, 27 de julio de 2021

Un martes puede ser más cursi que un domingo

Anoche soñé con vos.

Ya pasaron tantos años, tantos amores, tantos olvidos; pero anoche soñé con vos.

Yo estiraba una arruguita de tu manga, y suavemente, tiernamente, te rozaba con el dedo.

Y te miraba a los ojos. 

Y aunque se que fue un sueño, estoy seguro de que vos también me mirabas.

Me mirabas como sólo vos supiste mirarme, como si yo mereciera toda la ternura y el cariño que me dabas.

Todo sucedió -realmente sucedió- sin palabras, y no quedó nada por decir.

A veces hay que vivir mucho para entender que sólo podemos mirarnos en los ojos del otro. Y ¿qué mejor, si se puede, que verse reflejado en unos ojos enamorados? 




6 comentarios:

  1. No hay como los ojos del ser que amamos, Daniel...son espejos en los que quisiéramos mirarnos toda la vida. Me encantó tu prosa. Un abrazo.

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  2. ����
    ��

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  3. Una mirada un mundo en el mundo del ayer

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  4. Aaaiihhhhh... ves que en el fondo sos un osito cariñoso?
    Para mi, sin cursileria la vida seria un error.

    Beso de corazon

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  5. Que bonito!! Los ojos son el lenguaje perfecto. Un abrazo

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