jueves, 30 de septiembre de 2010

Qué? Hablo en japonés?

Creo que ya es hora de aceptar el fracaso del lenguaje.

Si realmente pretendemos comunicarnos, deberemos buscar alguna herramienta más idónea; porque a esta altura resulta evidente que no nos estamos comunicando.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Martín Fierro remixado

Yo supe tener un rancho
y supe tener querencia,
hasta que llegó la indiada
dejándome en la indigencia.

Me juí pa las tolderías,
y ansina vivo penando.
¿Qué puede hacer un cristiano,
cuando vienen degollando?

Y así vivo entre los herejes,
aislado y sin internet,
sólo me queda el consuelo
de clavarme algún fernet.

Con mi ipod y mi pingo,
viviendo como un carancho,
penando por el recuerdo
de mi china y de mi rancho.

martes, 21 de septiembre de 2010

Debut y despedida

Uno es más consciente de las inauguraciones que de las despedidas.

Me explico: uno sabe cuando da -o recibe- su primer beso, cuando maneja por primera vez, cuando comienza su primer día de clase. Algunas veces uno también sabe cuando besa a alguien por última vez o cuando es la última vez que compartirá un café con alguien. Otras veces no.

Es normal que el fin de algo sea el inicio de otra cosa, y a veces esta superposición desvía nuestra mirada de lo que termina hacia lo que comienza.

Un recuerdo de mi infancia: tendría ocho años. Mi familia había invitado a unos parientes lejanos a una casa que teníamos en la playa, en la que pasabamos casi todo el verano. Uno de los primos lejanos era -para mi- todo un hombre de unos dieciocho o veinte años. Cuando llegamos fuimos, como siempre, a saludar al mar. Había que subir un médano y recién al llegar arriba veías la playa y el mar. Mi primo gritó "El Maaaar!", y así, vestido y calzado, corrió y se tiró de cabeza al mar por primera vez en su vida.

Hay muchas cosas que haremos y muchas que no, pero una cosa es cierta: todo lo que tuvo una primera vez tendrá una última vez. Tal vez ya la tuvo.

Muchos verán tristeza en este pensamiento. Yo prefiero ver otra cosa, aunque todavía no estoy seguro de qué es. Yo ya no recuerdo la primera vez que vi el mar, tal vez porque lo saludé como correspondía.


lunes, 20 de septiembre de 2010

Tomá nota

Alguna gente muy poco agraciada, desarrolla una deformación de su percepción estética para hacer más llevadera su vida. Y está bien.

Otra gente, poco dotada para las cuestiones éticas, desarrolla asimismo una visión deformada de la realidad que le permite vivir desprendiendo miseria. Y está mal.

Por qué?

Simple: porque lo digo YO!



viernes, 17 de septiembre de 2010

Igual, no comas caca!

.oy yos séver la átse euq le euq atneuc yod em sám ocop nu osneip ol is orep ,sever la átse odot euq osneip secev A


miércoles, 15 de septiembre de 2010

No lo cortes, que igual vuelve a crecer

Las cosas son de una manera. Uno quisiera que fueran de otra. Se trata de uno, de la gente, del clima, de los objetos. A veces uno dice: "Qué bien!" y disfruta del coso que sea tal como es. Otras veces uno dice: "Sería mejor de tal otra forma" y empieza a tratar de modificar al coso en cuestión.

Historia:
Uno se muda a una hermosa casa frente a la playa y está muy contento. El día 2 nota que la casa se ha llenado de arena, y procede a barrerla. Diez años y varias toneladas de arena después uno sigue obstinándose en quitar la arena con la misma pasión que muestra la arena en entrar a la casa. La historia tiene sólo un final posible y no se los voy a decir (no insistan).

Esta es la historia de nuestra vida. Uno corta el pelo, y el pelo vuelve a crecer. Uno se baña, y se vuelve a ensuciar. Uno arregla el auto, y el auto se vuelve a romper. Uno paga la cuota 3, y al mes siguiente llega la cuota 4.

En algún momento de nuestra vida, cada pequeña cosa que alguna vez decidimos modificar en el mundo, comienza a abrumarnos con sus reclamos.

Sabés qué? Desde mañana no me afeito más.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Que estamos haciendo?

Hay un tipo que vive para ir a la cancha cada domingo.
Su mujer es "la bruja" y su trabajo "su condena".
No lloró cuando nació su hijo.
Cuando a su madre le diagnosticaron cancer, sólo pudo decir "Y bueh, qué se va a hacer"
Pero lloró como una nena el día que su equipo zafó del descenso.

Hay una mujer que hace años no puede hablar con su madre ni con su hija. Quisiera abrazarlas, pero cuando las tiene en frente se petrifica.
Siente que su marido no la entiende.
No lloró cuando su hija se hizo un aborto.
Pero lloró cuando su candidata preferida ganó en Bailando por un Sueño.
Siente que sólo puede ser sincera con sus amigas, pero no les cuenta que no tiene sexo hace tres meses.

Hay un chico que no sabe quién es.
Busca entre sus amigos lo que no encuentra en su casa.
Piensa que nada vale la pena, pero se muere por cambiar de celular.
Cree que lo que él piensa es novedoso y no sabe que es tan viejo como el mundo.
Siente que sus padres no lo entienden y lo limitan.
Cree que sabe lo que quiere, y ladrillo a ladrillo va construyendo las paredes que lo limitarán toda su vida.



miércoles, 8 de septiembre de 2010

40-30

Hay alguna razón para que Argentina tenga tantos tenistas buenos y tan pocas tenistas buenas?

lunes, 6 de septiembre de 2010

Mi proyecto de vida

Lo que vemos en alguien está más en nosotros que en el otro.

Es por eso que alguna gente, que a mi me parece horrorosa, a otros les parece macanuda.

Ya me está resultando insoportable vivir en un mundo en el que todo parece tan relativo.

Voy a buscar un culto que me diga cómo son las cosas, qué tengo que pensar y cómo tengo que actuar. Voy a colgar mi cerebro en el ropero y ahora que viene el calorcito, voy a usar mi cráneo para guardar los cigarrillos, porque las remeras no tienen bolsillos.

Ysevantodosacagar!

jueves, 2 de septiembre de 2010

Un cacho de cultura

En esta ocasión, este blog se honra en reproducir los poemas ganadores del XXXVII Certamen Anual de Poesía del Mercado Central:

Categoría Carniceros:

Novillita de mi corazón
te digo y no me engaño,
si te faenara hoy,
vendería ubre por un año.


Categoría Verduleros:

Tu boca es fresa,
y tus pechos, melones,
por ver tu manzanita,
me como tus pantalones.

Eres merca de primera,
no tengo ninguna duda,
pero tienes el corazón,
como pasita de uva.



Sin duda los verduleros son unos románticos!

Para, china! Alguna vez decile que no!

Se entiende que un ecosistema es saludable cuando está en equilibrio.

Se entiende que una especie es exitosa dentro de un ecosistema cuando el número de sus individuos le asegura la diversidad genética necesaria para evitar su degradación y le permite incorporar las variaciones necesarias para adaptarse a los cambios del ambiente.

Una especie "demasiado" exitosa generaría el crecimiento desmesurado de sus individuos, que llegarían a agotar los recursos disponibles. Eso probablemente acabaría con otras especies que compiten por los mismos recursos y, finalmente, se volvería en su contra generando una lucha despiadada por los recursos cada vez más escasos.

A los mecanismos que el ecosistema utiliza para tratar de restituir el equilibrio, nosotros los llamamos guerra, enfermedad, tránsito y política. La gripe A, el Sida, los huracanes y terremotos, el Dengue, la doble mano de la avenida Santa Fe, el paco y la comida rápida no serían otra cosa que los esfuerzos del ecosistema para contrarrestar nuestra proliferación.

El exceso de éxito deviene en fracaso.

Ya sabemos donde vamos a ir a parar, sobre todo si los chinos siguen portándose como conejos.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Ulises es mi héroe

Mil naves aparejaron los griegos para lanzarse a la guerra. Diez años asolaron los campos de Troya.

La ciudad, la de las altas murallas, hacía años ya era polvo. Polvo eran Príamo y Héctor, Aquiles y Patroclo. Agamenón mismo, Rey de Reyes, que había muerto en su propia casa a manos de su esposa y Egisto; ya había sido vengado en Argos por el bravo Orestes.

Pero el pelotudo de Ulises seguía dando vueltas para no llegar a su casa. Bien le hubiera valido a la casta Penelope mandarlo a comprar el diario: hubiese llegado veinte años después lleno de historias de cíclopes y hechiceras. Entre los tipos que no saben cómo demorar la llegada a casa, Ulises hubiese sido el peor.

En esa época no había futbol, y lo más parecido a la cancha era ir a la guerra. El tipo se tomó diez años para ir a la guerra porque a un amigo le habían soplado la mina y veinte años más para volver a casa, y lo más increíble es que cuando se cansó y decidió que era hora de volver con la patrona, ella lo recibió como si nada.

Frente a este hecho, el famoso ardid del caballo queda reducido a una simple anécdota. Sobre todo si consideramos que, para un tipo común, volver de la cancha con dos horas de demora es un pasaporte seguro a dormir en el patio.