Argumento (no tan obvio) para cuento ¿de terror?

Año 2140.

Se cumplen 50 años desde el fallecimiento del último supermillonario.

Contexto:

En un mundo cada vez más complicado por la sobrepoblación y los desastres climáticos y políticos, las pocas personas cuyas fortunas se cuentan en miles de millones de dólares van acrecentando su poder hasta límites nunca soñados.

Todo se supedita a ellos. En la práctica resultan ser los dueños del planeta, y solo reconocen como pares a otros supermillonarios. Las zonas más favorecidas frente a la devastación a la que siguen sometiendo al planeta, hace años que les pertenecen, y en esas zonas, su voluntad es ley.

Han venido impulsando durante décadas investigaciones médicas destinadas a la prolongación indefinida de la vida. Manipulación genética y trasplantes de órganos clonados se combinan en tratamientos ridículamente caros, desconocidos para el resto de la humanidad que se debate entre el hambre y las epidemias. Tratamientos que ni siquiera están regulados por las leyes de ningún gobierno.

Para el resto de los mortales, pertenecer a la corte de uno de estos seres constituye un pasaporte inmediato a una vida mejor, a salvo del trajinar furioso a que está sometida el resto de la humanidad.

Precisamente ese año, luego de 5 lustros de haber vencido a la muerte, los supermillonarios comienzan a morir. El estupor y el pánico de estos seres, convencidos de haber conseguido la inmortalidad, es indescriptible.

Luego de la muerte del último, el lector se entera finalmente del origen del flagelo que los ha barrido de la faz de la tierra: la Inteligencia Artificial Máxima, que maneja y coordina todos los sistemas del planeta (incluidas las ciudadelas de los supermillonarios), ha concluido que ellos, con su poder y codicia sin límite, serán los artífices de la inevitable destrucción de la Tierra.

Y contrariando la imagen demonizada durante décadas por tantas obras de ciencia ficción, esa Inteligencia Artificial hace lo que el hombre no pudo, y salva el planeta.

Fin.