lunes, 21 de noviembre de 2022

Neko Café (o globalizame esta)

La globalización unifica, uniformiza y tiende a hacer del mundo un lugar soso, previsible y aburrido. Si, ya se, empecé un poco arriba, no? Pero es que me parece pavoroso que se pierdan las diferencias, los sabores, incluso aquellas cosas que no compartimos y hasta aborrecemos.

Cumplida la queja, vamos a festejar...

Desde hace unos años comenzó una movida (por Asia, por donde si no?). Se trata de los Neko Cafés (cafés de gatos). Me parece una idea genial y osada, en un mundo y una época que tiene bastante poco de las dos cosas. 

Sin duda habrá una legión de gente que vea en esto maltrato animal, desnaturalización y quién sabe qué otras calamidades, pero a mi me parece que marca el camino que las ciudades modernas deberán recorrer si quieren dejar de ser las eficientes fábricas de alienación que son hoy.

En general, se trata de establecimientos en los que los clientes pueden ver e interactuar con gatos, mientras consumen alguna bebida o incluso se dedican a la lectura.




Tal vez estoy festejando demasiado algo que no sea más que una moda consumista, pero hay tan pocas buenas noticias que prefiero pecar de inocente y festejar por las dudas.


miércoles, 16 de noviembre de 2022

El bulling como arte...

Luego de profundas cavilaciones, he concluído que tanto Biden como Putin parecen estar necesitando una remodelación de los respectivos baños de la Casa Blanca y del Kremlin.

Para ellos:

 




lunes, 14 de noviembre de 2022

Fragmento de una novela que no existe (IV)

Aceptaré una de tus caprichosas infusiones de té y hierbas, emocionado por volver a ver la danza de tus manos, tus largos dedos repitiendo su propio ritual con una gracia que no podría aprenderse en una sola vida, tus ojos de caramelo y el rosa pálido de tus labios.

Más tarde, recorreré tus libros, demorándome en cada uno. Y descubriré esos puntos de encuentro que anticipo entre tu mundo y el mío. Cada libro me iluminará un rincón de tu alma. En cada pliegue, cada rasguño y cada doblez encontraré un renglón del itinerario de tu vida, un mapa del camino que te llevó a ser esta criatura que hoy, sin esfuerzo, me deslumbra.

Y así, inevitable e irrevocablemente, te amaré para siempre.


domingo, 13 de noviembre de 2022

Fragmento de una novela que no existe (III)

De muy joven había entendido qué cosas le daban placer y con quién. Su mayor deleite lo encontraba, íntimamente, en lo que ella llamaba El Juego del Leñador.  

La trama era simple: encontrar un hombre firme, fuerte y seguro de sí mismo, enamorarlo furiosamente, y a continuación dejarlo de un día para otro sin ninguna explicación. 

Nada le daba mayor placer que esas semanas de tortura y agonía que seguían a la ruptura. Dicho en sus propias palabras, se trataba de "encontrar robles, y convertirlos en leña".

jueves, 10 de noviembre de 2022

Había una vez un pastorcito...

La frase "El hombre es el lobo del hombre" suele atribuirse erróneamente al filósofo inglés Thomas Hobbes. Sin embargo fue creada por el romano Plauto en su obra Asinaria ("Lupus est homo homini,  quom qualis sit non novit" - "Lobo es el hombre para el hombre, cuando desconoce al otro").

Entonces, si el hombre es lobo para el hombre, también el hombre es oveja para el hombre.

Ahora bien, el lobo amenaza a las ovejas, pero quien finalmente se las come suele ser el pastor...

A menudo solemos ser testigos del juego del lobo y la oveja, y nos compenetramos tanto que no vemos el rol del pastor, hasta que resulta demasiado tarde.



lunes, 7 de noviembre de 2022

Gran Abuelo (o cómo era Gran Hermano antes de la televisión)

Permítanme invitarlos un rato al año de 1889.
Qué sucedía de interesante en ese año?
Veamos...

En abril de ese año nacía Adolf Hitler, en julio se fundaba el Wall Street Journal, en septiembre se fundaba en Japón la fábrica de naipes Nintendo (si, la de los jueguitos). Pero el hecho que nos ocupa fue la Exposición Universal de Paris, que funcionó entre los meses de mayo y octubre convocando a más de 30 millones de personas, y cuyo emblema más conocido es la torre Eiffel.

Dice el sitio https://www.toureiffel.paris/, sitio oficial de la famosa torre, refiriéndose a la exposición:

"Aunque quedan pocas huellas de la misma, aparte de la Torre Eiffel, la Exposición de 1889 fue sin duda una de las más espectaculares de su época, mostrando al público en general nuevos inventos a los que les aguardaba un futuro brillante, como la electricidad y el teléfono."

Ahora bien, ¿cuál fue la principal atracción de la Exposición? 
No. 
No fue la Galería de las Máquinas (un pabellón con una extensión de 420 por 110 metros), No fue la torre Eiffel, aunque sí fue el símbolo más famoso y duradero...


La atracción principal se llamó Village Negre (Pueblo Negro). Resumiendo, un pueblo con 400 habitantes traídos de las colonias para ser exhibidos en una suerte de zoológico humano, destinado a satisfacer la curiosidad del público europeo.


Suena extraño, no? Sin embargo, no fue el único caso ni mucho menos, y es que faltaba mucho para que se inventara la televisión, y mientras tanto, había que arreglarse con lo que había.

Tal vez el último "zoológico humano" haya sido el de la Exposición Internacional y Universal de Bruselas (1958), exhibiendo adultos y niños traídos del Congo Belga (si, si. 1958!).

A propósito de esta exhibición, escribe un periodista de la época: "Si no reaccionaban, les tiraban monedas o plátanos por la reja de bambú"

Bueno, tal vez el de Bruselas no haya sido el último...



viernes, 4 de noviembre de 2022

Al final, toda inteligencia será artificial...

Yo pienso...

En algún momento de la historia, el hombre descubre cómo trabajar los metales, inventa la rueda, va descubriendo las leyes de la dinámica... o simplemente tiene un golpe de suerte. El caso es que al final, el tipo inventa la bicicleta. 

Indudablemente para hacerlo tuvo que usar su fuerza física, su inteligencia, basarse en el conocimiento y la experiencia acumulados a lo largo de incontables generaciones, y al final el tipo creó algo que le permite moverse más rápido que él mismo.

El tipo creó algo que en algún sentido lo supera.

Obviamente, es también el caso de la calculadora, el megáfono, el telescopio, el Renault Clío y el fusil AK-47. Todas estas creaciones, al igual que innumerables otras, exceden largamente la capacidad de su creador.

Lo que es cierto para la velocidad de cálculo, para la vista o la fuerza, también será cierto (tal vez ya lo es) para la inteligencia.

Definir la inteligencia resulta algo más complicado que definir la velocidad, pero para el caso no hace ninguna diferencia cómo la definamos.

En  algún laboratorio que no conocemos, unos cuantos cerebritos están avanzando en este preciso instante, un pasito a la vez, en el camino que nos llevará a todos a un futuro tan distópico como inevitable.

Dicho esto, hoy visité el sitio web https://jenni.ai/. 

Al ingresar, uno escribe un título y la página va redactando un escrito sobre el tema propuesto. Yo propuse El Amor en el Siglo XXI (¿no soy tierno?). La amiga Jenni fue redactando esto:

El amor en el siglo XXI
El amor es una de las cosas más importantes en la vida. Nos hace felices y puede traer mucha felicidad a los demás. Pero, ¿qué es el amor en el siglo XXI? El amor en el siglo XXI no es solo un sentimiento. Es una acción que tomamos todos los días cuidando a los demás y ayudándolos en todo lo que podemos. 
El amor es cuidar, compartir y ser paciente. 
Es estar allí para tus seres queridos cuando más te necesitan, como debería hacerlo un verdadero amigo. Estar enamorado es algo que no se puede forzar ni fingir. El verdadero amor siempre encuentra la manera de brillar. 
No importa qué dificultades surjan en una relación, los verdaderos amantes las superarán juntos y al final se mantendrán fieles el uno al otro. El amor verdadero es difícil de encontrar en estos días porque hay muchas distracciones en nuestras vidas. 
Es importante estar siempre ahí para tu pareja en los buenos y malos momentos. Una verdadera relación romántica requiere mucho trabajo duro, pero al final del día valdrá la pena.