viernes, 16 de septiembre de 2011

Todo empezó con el shampoo

Todo en el mundo tiene una ideología. En la mayoría de los casos, esa ideología no es explícita y eso la hace más peligrosa, por la sencilla razón de que nos va cambiando la visión del mundo en forma inadvertida y sin la necesidad de contar para ello con nuestro acuerdo.

Hasta hace algunos años, pocas cosas eran "personales" y muchas eran "familiares".

En una casa normal había UN teléfono, UN equipo de música, UNA televisión, UN shampoo, Un dentífrico, todo esto para el uso de toda la familia. Lo único personal era la ropa y los cepillos de dientes. A lo sumo las mujeres de la casa tenían sus cosméticos y los hombres sus maquinitas de afeitar.

Con el tiempo, y sin que nos diéramos cuenta, aparecieron los shampoos para cabello teñido, para cabello seco, para la caspa, para niños, con aloe vera, para cabello lacio, con rulos, etc.

Entonces empezó la locura. 

El concepto de "familiar", lentamente se fue desprestigiando; siendo reemplazado por el concepto de "personal".

Si una familia empieza por no compartir el shampoo o el dentífrico, necesariamente termina no compartiendo nada. Puede sonar exagerado, pero es así.

Cuando aparecieron las computadoras, aspiracionalmente se las llamó "computadoras personales". No lo eran. En el mejor de los casos, en una casa había una sola, no era portátil y poco tenía de personal, pero la semilla estaba plantada. Con el tiempo, la tecnología fue cumpliendo lo que el marketing prometía.

Hoy todo debe ser personal, lo cual implica una exacerbación de un individualismo tonto que va a contramano de todo lo que sabemos que resulta beneficioso para una sociedad: si dos personas que viven bajo el mismo techo no pueden compartir el shampoo, si son tan diferentes que no pueden compartir el dentífrico ni la programación del cable; entonces ¿qué cosas podrán compartir ?

La respuesta es tan simple como nefasta.

Pero yo no te la voy a decir.


4 comentarios:

  1. Individualismo es progreso, pero tanto tanto tampoco. Ni muy muy ni tan tan.
    Pero a mí mis veinte clases de shampues y cremas no me los toca nadie. Se arma, eh. Se arma!
    Lo mejor para que todo funcione bien es tener camas separadas, luego habitaciones separadas, mas tarde casas separadas y si queremos que todo sea perfecto lo mejor son los paises separados.
    Besos y buen fin de semana!

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  2. :( el individualismo llevado al extremo nos va a matar Dani :(.

    El capitalismo salvaje nos va a comer crudos.Todos moriremos en una lucha todos contra todos, para poder consumir más, más y más.
    :(!

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  3. Carolina: igual no entiendo la lógica: si uno tiene el cabello teñido, ondulado y seco; qué tiene que usar? Shampú para cabellos teñidos, para cabellos ondulados o para cabello seco? O tendrá que hacer una mezcla entre los tres?

    Caro: hay que concentrarse en consumir material renovable, y la mejor opción es... consumir gente! Siempre lo digo, pero nadie me hace caso!

    Besos

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  4. Es perfectamente normal que no entiendas, Dani. Un hombre puede inventar cohetes, surcar los siete mares, llegar a la luna, descubrir la cura del cancer, pero lo que nunca podra saber es qué shampoo usar. Se trata de un insondable misterio masculino.

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