Después de ver la tercera película de Harry Potter, mi hija me pidió que le hiciera una varita. Al verle la cara cuando se la di, me di cuenta que la varita era realmente mágica. Esa noche se durmió con su varita en la mano.
sábado, 30 de abril de 2011
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Un poco de exhibición y seguro que te contratan para el merchandising de Harry Potter. Luce realmente mágica. Yo también quiero una.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te salio hermosa. Seguro tu nena desbordaba de fantasia! Las dulces princesitas y su eterna fascinacion por los cuentos de hadas, princesas... y ademas su padre -su heroe- que le hace los sueños realidad.
ResponderEliminarOjo que no te la agarren los políticos!
ResponderEliminarHola! te descubri hace poco y la verdad me parecen muy interesantes tus escrituras!
ResponderEliminarSaludos, Javier
hermosa nena
ResponderEliminarNata: exhibición creo que ya tuvo demasiada. A los pocos días me pidió que le hiciera otra, y ayer anduvimos por la calle, cada uno con una varita, haciendo magia. No paro de hacer papelones!
ResponderEliminarCaro: yo soy un héroe, el problema es que la única que se da cuenta es mi hija!
Beyond: comparado con nuestros políticos, Voldemort sería Bambi.
Javier: muchas gracias. Yo me descubrí hace mucho, será por eso que no me resulto tan interesante.
Jacqueline: siiiiiiiii!
Besos
Usted es buen padre, es un dulce, ah ;)
ResponderEliminarmuas