A veces pienso que el mundo es un lugar totalmente oscuro, y que cada persona tiene una linternita para iluminarse.
No hay más luces que esas.
Entonces todos vemos poco e imaginamos mucho.
Muchas veces trato de entender cosas que me resultan inentendibles:
Cuando veo una pareja muy despareja y pienso: ¿qué carajo le ve?...
Cuando escucho un razonamiento demasiado oligofrénico...
Cuando sufro un shock estético al ver a alguien que transforma su apariencia en un llamado a la solidaridad...
Cuando veo a un grupito de cumbia haciendo (todos juntitos) el pasito de rigor...
Cuando veo a alguien enredado tontamente como un gato con un ovillo de lana...
Entonces pienso en que hay otra realidad. Mi mundo se arma con pedazos del mundo real, pero no tiene todas las piezas, sólo las piezas visibles a la débil luz de mi linternita (bueno, no es que sea tan chiquita, aunque dicen que el tamaño no importa). Y entonces hay otros mundos, todos armados con distintos pedazos del mundo real, todos incompletos pero parcialmente reales.
Y entonces puedo pensar que en el mundo del otro, lo que yo no entiendo tiene sus razones.
Pero todo esto me demanda una cantidad enorme de esfuerzo y comprensión y a esta altura del año no estoy para esas cosas, así que te lo digo con todas las letras: si tanto te molesta atenderme como corresponde, dejale tu lugar a otro que quiera laburar y pegate un tiro en los huevos.
Ah! Y feliz navidad!
Claro! todo el mundo tiene sus razones aunque los demas no las entiendan, pero hay que decirse (para nuestros adentros (para no ofender))la celebre frase de maradona, y asunto arreglado.
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Es un buen consejo y lo voy a llevar a la práctica. Te lo juro por Dalma y Giannina!
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