jueves, 1 de abril de 2010

Al final, todos seremos vaca o tomate

El hecho de tratar de razonar las creencias denota cierta torpeza, sin embargo, no puedo evitar plantear cierta especulación que me inquieta.

El concepto de reencarnación es bien conocido y está íntimamente ligado al karma: vamos avanzando (o retrocediendo) en nuestras sucesivas encarnaciones de acuerdo a los actos que vamos realizando. Si nuestros actos son puros, reencarnaremos en seres más avanzados; de lo contrario lo haremos en seres inferiores y deberemos "pagar" el karma generado.
Si el mecanismo de la reencarnación ocupa a todos los seres (podemos volver incluso como una araña o un potus), entonces el número total de los seres debería ser constante desde el inicio de los tiempos, ya que todos los seres que existen son reencarnaciones de seres anteriores.
A lo sumo, cuando un hombre logra la iluminación y se libera de la rueda de causa y efecto ya no se reencarna, por lo cual el número de almas encarnadas debería tender a disminuir muy lentamente. Algún día, tal vez sólo quede un tipo en la tierra (el más bruto) y ningún otro ser viviente; y todo este inmenso teatro tenga un único actor.
Ahora bien, la domesticación de la naturaleza por parte del hombre hace que lentamente (o no tanto) haya menos individuos silvestres y más domesticados (menos aguilas y más vacas, menos hormigas y más plantas de tomate).
Cuando en un futuro un alma necesite reencarnar en un ser inferior, al no poder ser hormiga ni águila, deberá conformarse con ser vaca o tomate.

2 comentarios:

  1. Complicadito el tema , Señor! pero, sera cierto eso de la reecarnacion? para mi que no... los bebes son nuevitos y no se acuerdan de nada ¿que tendrian que pagar? perdon, es muy tarde, tengo mucho sueño y estoy diciendo muchas tonterias, mejor, me voy a dormir ya que no estoy a la altura.

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  2. Carolina: te sobre altura como para comentar, incluso dormida!

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