En el año 1903, el fabricante de juguetes ruso Morris Mitchom creaba un oso de peluche al que llamó Teddy, apodo con el que se conocía al presidente estadounidense Teodoro Roosvelt.
A finales de ese mismo año, en Kitty Hawk, Carolina del Norte, Orville Wright recorrió 250 metros en casi un minuto en un aeroplano a motor. La aeronave había sido construida por él y su hermano Wilbur.
En 1910, siete años más tarde, el francés Henri Fabre creó el hidroavión; que a diferencia de los aeroplanos, podía aterrizar en el agua. Su vuelo inaugural fue en Martigues, cerca de Marsella.
Un año más tarde, en 1911, aeroplanos de la fuerza aérea italiana arrojaban bombas Citelli sobre una posición turca en Ain Zara (Libia).
Así de rápidos somos. Y así de furiosos.