jueves, 16 de abril de 2020

Antonin Artaud - El Teatro y la Peste

Los únicos órganos que la peste ataca y daña realmente, el cerebro y los pulmones, dependen directamente de la conciencia y de la voluntad.

Podemos dejar de respirar o de pensar, podemos apresurar la respiración, alterar su ritmo, hacerla consciente o inconsciente, introducir un equilibrio entre los dos modos de respiración: el automático, gobernado por el gran simpático, y el otro, gobernado por los reflejos del cerebro, que hemos hecho otra vez conscientes.

Podemos igualmente apresurar, moderar el pensamiento, darle un ritmo arbitrario. Podemos regular el juego inconsciente del espíritu. No podemos gobernar el hígado que filtra los humores, ni el corazón y las arterias que redistribuyen la sangre, ni intervenir en la digestión, ni detener o precipitar la eliminación de las materias en el intestino.

La peste parece pues manifestar su presencia afectando los lugares del cuerpo, los particulares punto físicos donde pueden manifestarse, o están a punto de manifestarse, la voluntad humana, el pensamiento, y la conciencia.

2 comentarios:

  1. Hola, buenas noches! que tal, todo bien por ahi? saldremos con la conciencia mas despierta, mas alta, mas lucida de esta o quedaremos como zombies con cinco ojos que brillaran en la oscuridad? cuantos interrogantes..!
    Que se le va a hacer, nunca podremos ganarle la batalla a las enfermedades, cada vez que logramos controlar una viene una mutación. Siempre fue asi, desde que el mundo es mundo. Pero, claro, desde que el ser humano esta aca es mucho mejor todo XD
    Beso de codo y a usar barbijo

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  2. La peste esta y no se ira te lo cuento yo que vivo aca
    la gente afuera en las playas y el mundo se esta muriendo Tene cuidado con brasil que esta cerca
    abrazo

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