La mayoría de las palabras que dije en mi vida, bien pudieron no haber sido dichas. Uno habla como si la palabra generara sentido, a veces uno habla con avidez, como si las palabras le quemaran la garganta, como si fueran imprescindibles.
Si alguien realmente dice algo, aunque sea una sola vez, puede su vida darse por bien pagada.
No es elegante andar proclamando sentido todo el tiempo. Decir algo que realmente importe es como tener un hijo, como inventar la cura a la enfermedad más terrible, como descubrir una galaxia.
En una ocasión tan memorable, ni siquiera es necesario proveerse de un oyente. Si el sentido de las cosas dependiera del gusto del público, la vida sería igual que ahora, pero sin remedio.
Es mucho más fácil protagonizar un silencio digno que proferir una palabra que realmente no sobre.
Shhhhh!
Que tal Dani! como estas, mi estimado y querido filosofo.
ResponderEliminarYo voy a seguir hablando como un loro, ok? porque se que tengo razon en todo. Que queres saber, que precisas. Aca estoy YO. Hablando y hablando a la nada, sola, como loca mala.
Fuera de bromas, tenes mucha razon, siempre es mejor un silencio digno.
Romantico, sereno, natural
ResponderEliminarel otoño es como un beso al despertar
Carol
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola, buenas noches, que tal Dani? Haciendo honor al post, amiguito! Silenzio stampa por aqui, me parece bien. Es un tiempo de reflexion, de sabio y digno silencio.
ResponderEliminarUn besote