Durante siglos, innumerables pensadores han debatido sobre la naturaleza del hombre. Desde el punto de vista ético, hay dos posturas antagónicas que sostienen tanto la bondad como la maldad de la naturaleza del hombre.
Los primeros sostienen que el hombre es, por naturaleza, bueno. Es la sociedad alienada la que lo corrompe.
Los segundos sostienen que el hombre es, esencialmente malo, y solo las leyes y la amenaza de castigo evitan que cometa los actos viles a los que propende naturalmente.
Yo sostengo que el hombre es, por naturaleza, pelotudo. La mala es la mujer.
Para mi esta muy claro, adhiero a la segunda postura, totalmente.
ResponderEliminarBesos.
Adhiero a las tres posturas. Pero, más que nada a la última. Los hombres somos unos pelotudos, pero la culpa siempre es de la mujer.
ResponderEliminarSaludos
J.
Bueno, parece que la primera postura no tiene adherentes...
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