A la hora de buscar el valor supremo, Hollywood se decidió por la libertad.
Esto no es en absoluto trivial, porque desde ahí ha generado innumerables gestas en pos de ese bien supremo, las cuales han ido operando como manos invisibles que moldean nuestra esencia (los seres humanos somos esencialmente de plastilina) de forma inadvertida.
Por supuesto, esta elección no fue caprichosa y no podría haber sido otra.
Debo confesar que ver a los espartanos encarnando la libertad, escuchar a William Wallace arengar a los campesinos escoceses diciendo "podrán quitarnos la vida, pero nunca la libertad", o el bochornoso discurso final de Gladiador, me genera un poco de ternura.
Este mismo mecanismo sesgador de la realidad y del discurso permite que una sociedad colonialista enarbole la libertad como valor supremo.
Los valores que defiende el poder siempre son sospechosos, y ¿quién puede dudar que los valores de Hollywood son los del poder?
La iglesia predicadora de pobreza y humildad, aportaba el marco ético y moral que necesitaba la monarquía para perpetuar su modelo. Pero los tiempos cambian y hoy los medios de comunicación masiva han reemplazado a las iglesias y hasta a las escuelas como formadores de valores e intérpretes de la realidad.
Pero, ¿por qué el poder encumbra a la libertad como bien supremo? En la época de la guerra fría, era entendible que identificaran el "estilo de vida occidental" con la libertad (y por supuesto con el concepto de propiedad privada), pero la guerra fría parece haberse enfriado y los valores no parecen haber cambiado...
Tal vez haya sido inevitable la elección. De los ideales de la revolución francesa (libertad, igualdad y fraternidad), la libertad parecería ser la más inocua y la menos precisa. La libertad, ese bien supremo a defender, puede ser entendida como el derecho de elegir el modelo de teléfono que mejor te represente, la marca de ropa que más te identifique y la marca de cerveza que más se adapte a tu paladar.
Alguien dijo que el reclamo de los pobres siempre será por justicia, y la de los ricos siempre será por seguridad. Es mucho más funcional al poder que los pobres reclamen por libertad. A reclamar se ha dicho!