Hace poco leí una nota sobre determinados estudios realizados hace algunos años sobre la domesticación del zorro (no Diego de la Vega, sino el animal). Veamos: el zorro es un cánido, y se supone que los cánidos fueron -por mucho- los primeros animales en ser domesticados. Pero zorros y lobos, entre otros, siempre demostraron una aversión hacia los humanos que difícilmente les podría ser reprochada.
Mediante la cruza selectiva de los ejemplares menos ariscos, en poco tiempo lograron generar zorros con comportamiento tan amigable hacia los humanos como el de los perros. Ejemplares ariscos, criados por madres amigables, seguían siendo ariscos; lo cual demostraría que el factor de domesticación reside en el genoma y no en los hábitos adquiridos.
Extrapolando un poco, podríamos suponer que el mismo determinismo se aplica (en los humanos) a otros factores, como la sociabilidad, la honestidad, la seriedad o la responsabilidad.
Es de suponer que toda distribución estadística presenta particularidades. Así, los genes "serios" abundarían en alguna región y escasearían en otra. Cuando la selección natural falla, nada impide que le demos una ayudita: traigamos mujeres suecas, alemanas o japonesas y sentémonos a esperar (no estoy muy seguro de las japonesas, pero por las dudas...)
Bueno, para acelerar el proceso sería igualmente productivo exportar a nuestras mujeres (menos a mi mamá) hacia las regiones más privilegiadas geneticamente (y lo más lejanas posible).
A grandes males, grandes soluciones.
Extrapolando un poco, podríamos suponer que el mismo determinismo se aplica (en los humanos) a otros factores, como la sociabilidad, la honestidad, la seriedad o la responsabilidad.
Es de suponer que toda distribución estadística presenta particularidades. Así, los genes "serios" abundarían en alguna región y escasearían en otra. Cuando la selección natural falla, nada impide que le demos una ayudita: traigamos mujeres suecas, alemanas o japonesas y sentémonos a esperar (no estoy muy seguro de las japonesas, pero por las dudas...)
Bueno, para acelerar el proceso sería igualmente productivo exportar a nuestras mujeres (menos a mi mamá) hacia las regiones más privilegiadas geneticamente (y lo más lejanas posible).
A grandes males, grandes soluciones.
Al fin uno que no le echa la culpa de todos los males personales y sociales a la Madre.
ResponderEliminarPero porque habria que extrapolar solo mujeres? Yo quiero que traigan hombres suecos. Muchos.
Buen fin de semana!
Además las mujeres argentinas se exportarían rapidísimo, porque son hermosas por fuera
ResponderEliminarCarolina: ejem, y usted, tan rubia y tan seria como Doris Day, para qué querría que se importaran hombres suecos?
ResponderEliminarBeyond: igual, yo empezaría exportando a las feas...